Artritis Reumatoide

La evolución de la artritis reumatoide ya puede modificarse

"La artritis reumatoide es una enfermedad que no tiene tratamiento curativo, pero los tratamientos de que disponemos frenan la evolución de la enfermedad y evitan el deterioro progresivo de los pacientes. Sabemos que a los diez años desde el inicio de la enfermedad, un porcentaje bajo de estos pacientes va a poder continuar trabajando, el resto va a tener una discapacidad e incapacidad para atender sus obligaciones laborales y familiares. Sin embargo, ese futuro es hoy modificable", señala del Dr. Jordi Carbonell, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), ante el III Simposio de Artritis Reumatoide que se celebra en Santander y que reúne a más de 300 especialistas.

"Ahora estamos en condiciones de alterar de forma significativa el curso natural de la enfermedad y es nuestra obligación que nuestros pacientes se beneficien de todo ello. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, tanto con los fármacos convencionales, como con los nuevos fármacos biológicos, mejoran de forma significativa el pronóstico de estos pacientes y ayudan a detener la progresión de la enfermedad de forma mucho más eficaz. Es algo que tiene que calar muy hondo tanto entre los médicos de atención primaria como entre los especialistas".

Según señala el presidente de la SER, "es importante que ante la sospecha de artritis reumatoide el paciente tenga la posibilidad de llegar de forma rápida a un médico capaz de diagnosticarla y tratarla de forma adecuada. Los reumatólogos somos conscientes de la necesidad de tratar la enfermedad de forma precoz con los tratamientos adecuados, porque va a significar una diferencia tremenda para el paciente, la discapacidad o no a los pocos años".

"Se puede conseguir que la enfermedad cese por completo en un porcentaje importante de pacientes con los tratamientos de que disponemos. Cabe la posibilidad de que en algunos casos nos estemos quedando por debajo del tratamiento necesario, simplemente porque las medidas de evaluación de que disponemos no permiten, por ahora, distinguir ausencia total de inflamación de una ligera inflamación, o de ausencia total de progreso de la enfermedad, de un progreso mínimo", señala el Dr. Eliseo Pascual, del Hospital General Universitario de Alicante. "Será necesario desarrollar técnicas que nos permitan evaluar los resultados desde el punto de vista del paciente, si ha mejorado su actividad, si aún tiene restricciones… y de esta forma podamos decirle, con más seguridad, qué resultados esperamos del tratamiento".

Según el Prof. Vicente Rodríguez-Valverde, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, "en todo paciente con artritis reumatoide se debe iniciar cuanto antes el tratamiento con los llamados fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME), la diferencia fundamental es que en las fases iniciales la enfermedad responde mejor que en fases más tardías. El objetivo fundamental para continuar con un tratamiento o cambiar a otro, es haber conseguido o no una mejoría suficiente de la enfermedad. A todo paciente que no haya alcanzado el objetivo terapéutico, según criterios establecido por la SER, "se le debe modificar el tratamiento, bien cambiando a un nuevo FAME o bien añadiendo otro u otros FAME. Esta terapia combinada muchas veces es más eficaz y sin más efectos secundarios". Cuando no se consigue el objetivo terapéutico tras el tratamiento correcto con al menos dos de los FAME "que la SER ha considerado como más relevantes (metrotexato, sulfazalacina y leflunomida), en monoterapia o en combinación, es cuando está indicado el tratamiento biológico, fundamentalmente con los llamados antagonistas del factor de necrosis tumoral (TNF).

Webs Relacionadas
 Sociedad Española de Reumatología 
http://www.ser.es/