Científicos italianos del Instituto Zooprofiláctico Experimental de la Lombardía publican en "Proceedings of the National Academy of Sciences" que han descubierto una nueva variante de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), que aporta nueva luz a su origen y a su forma humana, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ).
Los autores señalan que los cerebros de vacas con esta nueva variante parecen diferentes de aquellos afectados por la forma clásica. Se asemejan más a los cerebros de pacientes con ECJ clásica, no a la nueva variante humana de esta enfermedad asociada al consumo de carne de ganado enfermo.
Además, añaden que los animales afectados por esta nueva variante son de mayor edad y no presentan síntomas visibles de EEB. El diagnóstico sólo se realiza tras los sacrificios de rutina.
Los investigadores italianos han analizado los cerebros de 8 vacas de 5 a 15 años de edad que dieron positivo al test que detecta la EEB. Los animales parecían sanos cuando fueron sacrificados. Seis de ellos presentaban la EEB clásica y se cree que la enfermedad tuvo su origen al ser alimentados con piensos que ahora están prohibidos. Pero dos de las vacas presentan una variante de la enfermedad muy diferente a la clásica. En lugar del aspecto espongiforme del cerebro, sus cerebros presentan placas de amiloide, como las que se observan en algunos enfermos de Creutzfeldt-Jakob.
El estudia plantea la cuestión de si algunos pacientes han contraído la ECJ al consumir carne de animales con esta nueva variante. Sin embargo, algunos expertos opinan que no existe evidencia de ello y que, si bien se trata de un hallazgo interesante que debe tenerse en cuenta e investigarse, por el momento no debe ser motivo de alarma.
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Proceedings of the National Academy of Sciences
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