Figura 1. Representa las diferentes profundidades de la invaginación de acuerdo a Ochlers: (a) tomando únicamente la corona, (b) extendiéndose a la raíz sin comunicación con el conducto radicular, © comunicándose con el ligamento periodontal y (d) comunicándose con el tejido periapical.
Figura 2. Aspecto clínico de la pieza afectada,indicando la flecha, el área de la invaginación
Discusión
El dens invaginatus es un defecto en la forma de la pieza dentaria, como resultado de varios factores etiológicos, que actúan durante el estadio de morfodiferenciación del desarrollo dentario.
La elección del tratamiento depende de la edad del paciente, condición física, presencia o no de patologías asociadas con la pieza afectada, así como también, la morfología de la malformación. Pueden realizarse desde procedimientos restauradores conservadores, cuando son diagnosticados tempranamente, tratamientos de conductos, hasta las extracciones en casos extremos.15,16 En el caso presentado, es probable que la zona de la invaginación, a nivel del cíngulo, constituyó un sitio de retención bacteriana, que posteriormente permitió la entrada de los microorganismos al conducto radicular.
Se ha observado que el esmalte y la dentina en estos defectos, pueden estar ausentes, o muy delgados y/o defectuosos con numerosos y finos canales que facilitan la entrada de irritantes y microorganismos, que producen una respuesta inflamatoria, que lleva en última instancia, a una necrosis del tejido pulpar.17
A fin de estimular la apexificación, el conducto fue inicialmente obturado con una pasta de hidróxido de cal cio y solución salina. Estrela y colab.18,19 han demostrado que la utilización de solución salina, como vehículo, acelera la disociación iónica, permitiendo una rápida difusión del medicamento, que interfiere con las enzimas bacterianas y los sistemas titulares.
Algunas veces, el tratamiento endodóntico, de estas piezas constituye un verdadero desafío por la morfología del conducto radicular, que suele envolverse alrededor de la invaginación. De Smit y Demault,20 encontraron, en una pieza extraída, tratada endodónticamente, que el conducto principal era irregularmente circular o delgado con regiones comprimidas, interrumpidas, las cuales dificultaban la perfecta obturación. Numerosas técnicas han sido recomendadas, siendo las más utilizadas, las de condensación vertical o gutapercha termoplastificada.
Figura 3. Radiografía preoperatoria, demostrandola presencia del dens invaginatus, en unapieza con ápice abierto y con una radiolucidez periapical..
Figura 4. Radiografía posoperatoria con el relleno de pasta de hidróxido de calcio y yodoformo, para estimular el cierre apical.
Figura 5. Imagen radiográfica después de dos años pos tratamiento, donde se observa la reparación periapical y el cierre radicular.