Salud familiar

El concepto de resiliencia en la práctica clínica con familias

La autora integra conceptos tomados de los estudios sobre resiliencia en individuos e investigaciones relativas al funcionamiento familiar efectivo.

Autor/a: Dra. Walsh F.

Fuente: Fam Process. 2003 Spring;42(1):1-18.

Resiliencia familiar como marco de referencia conceptual.  La autora de este trabajo entiende que el concepto de resiliencia familiar es una herramienta teórica útil para el trabajo clínico y preventivo con familias, y puede aplicarse tanto a situaciones de funcionamiento saludable habitual como a las situaciones de adversidad. La resiliencia, como habilidad para resistir y hallar nuevas respuestas a los desafíos, involucra procesos dinámicos en el transcurso del tiempo que fomentan la habilidad para encontrar soluciones, superar obstáculos y entregarse de lleno a la vida.

En los primeros estudios sobre la resiliencia individual (fines de los ochenta, principios de los noventa) se consideraba la familia como factor de riesgo, pero no de resiliencia. En todo caso ésta podía ser favorecida por la familia, pero era más bien entendida como innata en cada individuo. La autora entiende que, desde un punto de vista sistémico, las crisis graves y la adversidad prolongada afectan a toda la familia y pueden descarriar el funcionamiento de todo el sistema familiar.

Sostiene Walsh que un marco de referencia teórico familiar combina los enfoques ecológico y evolutivo que permite ver el funcionamiento familiar en relación con el contexto sociocultural más amplio y la evolución en el curso del ciclo vital multi-generacional.

La mayoría de los estresores son conjuntos de condiciones cambiantes que se prolongan en el tiempo más que algún acontecimiento puntual. Muchas familias pueden afrontar bien cambios singulares pero no la concurrencia de múltiples estresores (esperables o sorpresivos). La historia familiar influye en las expectativas, sea con esperanza o con temor. Comenta la autora que muchas familias muestran un buen funcionamiento hasta llegar a un punto del ciclo vital que fue traumático en una (o alguna) generación anterior. Desde el concepto de resiliencia el clínico buscaría no sólo los patrones de conducta problemáticos de la familia de origen sino también las influencias positivas, como los modos exitosos de enfrentar situaciones de adversidad. Un modelo de este tipo reconoce que no hay respuestas únicas que sirvan para todas las familias, y que el bienestar reviste distintas características según la etapa del ciclo vital de las personas de las familias.

Las claves de la resiliencia familiar. Por este motivo el modelo teórico que propone Walsh no se centra en conductas sino en procesos familiares que encuentra reducen el estrés y la vulnerabilidad en situaciones de alto riesgo, promueven la salud y el crecimiento y fortalecen a las familias para hacer frente a situaciones prolongadas de adversidad. Estos procesos clave son, a criterio de Walsh:

El sistema de creencias familiar. Influencia poderosamente el modo de ver una crisis, el modo de sufrirla y las opciones.

1. Las familias que funcionan "bien" sostienen una perspectiva relacional que contrasta con el ethos individual promovido por el American way of life. Tienen un sentido evolutivo del tiempo que ayuda a los miembros a ver las transiciones disruptivas como piedras en un camino compartido más prolongado. Al normalizar y contextualizar el distrés los miembros de estas familias pueden ampliar su perspectiva y ver sus reacciones y dificultades como entendibles a la luz de las circunstancias que les toca vivir; y de este modo reducen la tendencia a culpabilizar, avergonzar y patologizar sentimientos y conductas de sus miembros. Su desempeño mejora aún cuando se les ayuda a obtener sentido de coherencia (Antonovsky 1987, 1988): el modo en que la familia capte subjetivamente una situación de crisis y los recursos de que disponga pueden influir decisivamente en sus respuestas de afrontamiento y adaptación.

2. Actitud positiva. Varios autores han mostrado que las familias que poseen un buen funcionamiento tienen una visión más optimista de la vida. La autora entiende que el concepto de optimismo aprendido de Seligman tiene una relevancia particular para el concepto de resiliencia. La desesperanza sustrae significación, propósito y sensación de que pueda haber posibilidades en el futuro. Desde ya que para que pueda sostenerse el optimismo necesita que haya experiencias exitosas y un contexto comunitario que lo nutra. Cuando en un proceso terapéutico se reafirman las fortalezas y el potencial de las familias en dificultades, la intervención contrarresta la sensación de desamparo, fracaso y culpa, e inversamente refuerza la autoestima y la confianza en las propias capacidades.  La iniciativa, la perseverancia y el dominio del arte de lo posible son vitales para la resiliencia. Es importante que pueda aceptarse que hay cosas que están fuera de la voluntad y el control, y focalizar en lo que sí se puede con miras al futuro. Por otra parte, aunque los hechos del pasado no puedan modificarse, sí es posible resignificarlos.

3. Trascendencia y espiritualidad. Las creencias y tradiciones religiosas y culturales son fuente de consuelo y fuerza para muchas familias. Muchas encuentran su nutriente espiritual en actividades no religiosas, como el contacto con la naturaleza y el arte. Estas actividades (religiosas o no) ayudan a regular las emociones y hasta podrían colaborar en fortalecer el sistema inmunitario.

Patrones de organización familiar. En la organización familiar refuerzan la resiliencia una estructura flexible, la cohesión y los recursos sociales y económicos.

1. Un liderazgo firme pero flexible sería efectivo para el funcionamiento familiar y el bienestar de los niños en períodos de crisis, que brinde sensación de seguridad y predictibilidad.

2. Asimismo la cohesión es clave para la resiliencia familiar, que se fortalece con la colaboración mutua en un "hacer frente común".

3. Las redes sociales y familiares son vitales en las épocas problemáticas, al brindar apoyo emocional y en cuestiones prácticas.

4. Los procesos de comunicación fomentan la resiliencia familiar cuando traen claridad en el conocimiento y comprensión de las situaciones de crisis, facilitan la expresión de las emociones, y permiten compartir las decisiones que se tomen.

Conclusiones

Entiende Walsh que un marco de referencia basado en la resiliencia es útil en la clínica, y en el asesoramiento de familias en situaciones de crisis. Este concepto pude guiar el tipo de intervenciones que se elijan con una finalidad terapéutica pero también preventiva, fortaleciendo los recursos adaptativos. La autora dice que emplea hace ya varios años este marco referencial al atender: A. familias que atraviesan procesos de reorganización (divorcio,  uniparentalidad, ensamble); B. estrés familiar por desempleo, o transición a nuevos empleos; C. desafíos del estigma en familias de gays y lesbianas; D. desafíos en situaciones especiales de paternidad; E. grupos de familias en escuelas donde concurren jóvenes en riesgo.

Artículo comentado y traducido por la Lic. Alicia Kasulin, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Psiquiatría.