Revolucionaria Teoría

Descubrieron el mecanismo que usa el cerebro para bloquear recuerdos

Científicos estadounidenses han descubierto, mediante imágenes del cerebro tomadas por resonancia magnética, el mecanismo biológico por el cual las personas bloquean los recuerdos indeseables.

Autor/a: Sibila Camps - Diario Clarín

El hallazgo constituye una prueba de la teoría de la supresión voluntaria de la memoria, planteada a comienzos del siglo pasado por el científico austríaco Sigmund Freud.

El trabajo, publicado hoy en la revista Science, fue desarrollado por investigadores de las universidades de Oregon y de Stanford (California). Fue conducido por el profesor de psicología Michael Anderson, quien viene estudiando desde hace varios años los procesos de formación de los recuerdos y, sobre todo, de los olvidos. Su colega John Gabrielli es coautor del informe.

"La esencia de la represión reside simplemente en apartar algo de la vista y mantenerlo alejado de la conciencia", escribió Freud (1856-1939). En sus libros, el fundador del psicoanálisis describe cientos de ejemplos de lo que constituye una de las ideas centrales de su pensamiento: los pacientes han sufrido alguna experiencia desagradable durante su infancia o su adolescencia, han hecho lo posible por olvidarla y, en cierto modo, "logran alejar el recuerdo de la conciencia". Sin embargo, esa experiencia está siempre acechando y, aunque la persona no lo sepa, tiene consecuencias en su conducta y en sus relaciones.

En marzo de 2001, Anderson y su colega Collin Green, compañero en la Universidad de Oregon, realizaron un experimento entre 32 estudiantes, para conocer el proceso por el cual el ser humano reprime los recuerdos negativos.

Los jóvenes debían aprender una lista de palabras, agrupadas en pares aunque sin asociación lógica entre sí. Después, un grupo debía hacer esfuerzos por olvidar una de las palabras de cada par.

Pasado un tiempo, se comprobó que a los voluntarios que tenían que olvidar palabras, les costaba mucho más que al resto el recordar la lista completa de términos. Además, el estudio permitió comprobar que en el proceso de represión se bloqueaba sólo la palabra indicada, y no el par completo.

"No creo que mis pacientes borraran sus recuerdos -interpretó entonces Anderson-. Me parece que los suprimieron: es decir, los recuerdos siguen ahí, pero es difícil llegar a ellos".

En la nueva investigación, Anderson y Gabrielli realizaron un experimento similar y, al mismo tiempo, sometieron a los voluntarios a un examen por resonancia magnética funcional. En esas imágenes quedó en evidencia la actividad cerebral que se producía cuando procedían a olvidar algunas de las palabras.

La doctora Silvia Vázquez, jefa de Diagnóstico por Imágenes del Instituto FLENI, explicó a Clarín que "cuando uno ejecuta una tarea en la que está involucrado el cerebro -ya sea mover la mano, hablar o recordar-, se producen cambios en las concentraciones de diferentes sustancias en el tejido cerebral, entre ellas en la concentración de sangre, porque esa función requiere un mayor consumo de oxígeno. Esos cambios son los que objetiva la resonancia magnética funcional".

En este tipo de estudio se obtienen muchas imágenes mientras la persona está sometida a un estímulo, es decir, cumpliendo una consigna para realizar una determinada actividad cerebral. "Se produce un efecto dinámico -explicó la doctora Vázquez-. Y se busca contar con muchas imágenes, en el menor tiempo posible, que nos permitan percibir esos cambios".

También se producen imágenes cuando no hay estímulo. Finalmente se comparan ambas secuencias, para conocer cuáles fueron las áreas cerebrales activadas.

Anderson consideró "asombrosa" la comprobación de que existe una base neurobiológica para "el olvido motivado". La memoria se ubica en el lóbulo temporal, en el área del hipocampo. Los científicos dijeron haber demostrado que el control de recuerdos no deseados está vinculado con una mayor actividad de la corteza frontal izquierda y derecha, la cual reduce la del hipocampo.

Anderson destacó que la intensidad del olvido depende del número de intentos para suprimir los recuerdos no deseados. Gabrielli agregó que llega un punto en que uno no puede recuperar ese recuerdo aunque se lo proponga.

La doctora Vázquez definió este estudio como "un avance muy importante. Permitiría detectar en forma precoz un deterioro de la memoria. En pacientes que deben ser sometidos a cirugía del cerebro, haría saber si pueden quedar con algún tipo de déficit. Y los especialistas que trabajan sobre la memoria podrían evaluar la eficacia terapéutica".