El término prevención está asociado por lo general con las ideas de anticipación, evitación y probabilidad estadística. Conocer los antecedentes para intentar modificar su curso y aumentar la probabilidad de evitar sus consecuentes. O no efectuar determinadas acciones que llevan muy probablemente a efectos indeseados o indeseables, como los cuidados que deben tenerse al manipular sustancias inflamables para que no exploten o incendien. En salud, las medidas relativas a los alimentos que conviene o no ingerir, los ejercicios que se recomienda efectuar o no hacerlo, y muchas otras medidas apuntan a veces a fortalecer la salud (con la idea de que es un buen antídoto contra la enfermedad), y otras veces a disminuir la probabilidad de contraer enfermedades específicas. En el ámbito de la salud mental la multiplicidad de factores en juego y sus igualmente múltiples posibilidades de interacción hacen difícil poner en práctica la prevención en tanto anticipación y evitación.
Estas dificultades no amedrentan a un grupo de investigadores de la universidad de Manchester, Inglaterra, que confían en poder acotar las variables predictoras de una expresión franca de la psicosis e impedir este resultado actuando anticipadamente con intervenciones de terapia cognitiva.
Las hipótesis que guía este estudio que publicaron en un suplemento del British Journal of Psychiatry es que es posible identificar indicadores de riesgo que predigan correctamente la transición a la psicosis, que la intervención cognitivo-conductual reducirá la tasa de transición a la psicosis y que la identificación de individuos en riesgo y su monitoreo posterior reducirá la duración de la psicosis no tratada (DUP - duration of untreated psicosis).
Dado que es éste un estudio planteado en varias etapas, en la inicial que corresponde a este artículo, el primer objetivo consistió en establecer si individuos definidos operacionalmente como de riesgo pueden ser descubiertos en el marco de los servicios de salud británicos y reclutados para una investigación aleatorizada sobre terapéuticas (la cual no tendría antecedentes).
Para validar los resultados, al equipo le pareció importante mostrar que los individuos en riesgo identificados difieren de controles normales en ciertas características psicológicas que serían relevantes para el desarrollo de la psicosis, y que una proporción significativa desarrollará un cuadro psicótico completo durante el período de seguimiento.
Artículo comentado y traducido por la Lic. Alicia Kasulin, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Psiquiatría