Angiotensina e hipertensión

¿Qué es un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina?

Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina son fármacos que bloquean la producción de la hormona angiotensina II, cuya principal acción es la vasoconstricción arterial.

Autor/a: Dres. Sweitzer NK

Fuente: Circulation. 2003 Jul 22;108(3):e16-8.

Además de promover la vasoconstricción arterial, la angiotensina II es una molécula "promotora del crecimiento" en una forma negativa, ya que produce aumento del tamaño o espesor de varias estructuras cardiovasculares. Los niveles elevados de angiotensina II aumentan el espesor del ventrículo izquierdo produciendo una hipertrofia concéntrica. Esta hipertrofia esta considerada como un marcador de muerte de causa cardíaca. La otra respuesta a los niveles elevados de angiotensina II es un aumento de espesor de las paredes arteriales y consecuente pérdida de la distensibilidad. Este tipo de arterias presenta además una predisposición a un aumento del depósito de colesterol.

Quienes son los pacientes que más se benefician con los iECA

 Originariamente los iECA fueron indicados como agentes anthipertensivos. Sin embargo, existen muchos otros fármacos que logran el mismo objetivo. Es importante por lo tanto seleccionar el paciente que más se va a beneficiar con los iECA.
Los enfermos con insuficiencia cardíaca congestiva tienen niveles elevados de angiotensina II en sangre y se ha demostrado que la administración de un iECA retarda la aparición de los síntomas de insuficiencia cardíaca, reduce la tasa de muerte por causa cardíaca y la tasa de hospitalización.

Los inhibidores de la iECA parecen ser particularmente efectivos en reducir el ataque cardíaco en los hipertensos diabéticos y esto quizás en parte se deba a que reducen el daño renal. Por lo tanto también están indicados en pacientes hipertensos con daño renal leve o subclínico que se manifiesta solamente por albuminuria o deterioro de la depuración plasmática de creatinina.

En resumen, los iECA estarían indicados en las siguientes situaciones:

- Insuficiencia cardíaca
- Enfermedad coronaria (pacientes que tuvieron un infarto previo o angina)
- Diabetes del adulto
- Tendencia a la diabetes con hipertensión
- Daño renal leve manifestado por albuminuria

Efectos colaterales de los iECA

El más importante y que reduce en forma significativa la adherencia al tratamiento es la tos, que ocurre en aproximadamente un 15% de los pacientes. En general puede ser tolerada y disminuye al reducir la dosis del fármaco.
En aproximadamente 1% de los pacientes medicados con iECA se produce angioedema de la garganta y de la boca en cuyo caso el fármaco debe ser interrumpido en forma definitiva.
Los iECA están contraindicados en el embarazo por su capacidad teratogénica y no se recomiendan en la lactancia.

Interacción con otros agentes

Los iECA pueden emplearse con relativa seguridad con la mayoría de los agentes pero se deben administrar con cautela y se debe controlar la función renal cuando se asocian con furosemida o hidroclorotiazida. En los pacientes que toman insulina, al iniciar el tratamiento con un iECA se puede producir un descenso de la glucemia por debajo de los valores normales.

Algunos fármacos analgésicos como el ibuprofeno y naproseno le restan efectividad al iECA y esto debe ser tenido en cuenta por el médico tratante, quién en lugar de suspender, aumentar la dosis del iECA o agregar otro antihipertensivo deberá reemplazar el analgésico por otro agente con la misma acción como puede ser el acetaminofeno.

Artículo comentado por el Dr. Ricardo Ferreira, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Cardiología.