La mayoría de los anticonceptivos orales que se usan en la actualidad son combinaciones de estrógeno y progestina, de gran eficacia (95% a 99%, según el cumplimiento). Los anticonceptivos que aparecieron luego de las décadas de 1960 y 1970 tienen entre 2 y 5 veces menos de estrógeno y 5 a 10 veces menos de progestina, lo que aumentó su seguridad sin reducir su eficacia anticonceptiva.
Se cree que la disminución del estrógeno disminuyó el riesgo de trombosis venosa, en cambio todavía se espera el desarrollo de formulaciones con menos efectos adversos sobre los lípidos y la tolerancia a la glucosa. Las dosis actuales de estrógeno son de 20 a 50 µg de etinil estradiol, o menos comúnmente, de mestranol. Estos estrógenos se combinan con cualesquiera de las progestinas existentes, las cuales pueden administrarse en un solo día ("monofásica") o en dosis acordes con la fase del ciclo menstrual ("bifásico" o "trifásico"), para mimetizar mejor la producción de progesterona.
En la actualidad, existen anticonceptivos de primera, segunda, tercera y cuarta generación, clasificación que depende de la dosis de estrógeno y el tipo de progestina, el momento en que fue introducida en el mercado, la estructura del anillo de carbono del cual deriva la progestina (estrano o gonano) y, a veces, de la falta de una definición clara.
Los anticonceptivos orales combinados pueden no tener un efecto anticonceptivo pero conservar el riesgo de tromboembolismo venoso y enfermedad vascular arterial, lo cual varía de acuerdo con la formulación. Es importante que el médico identifique a las mujeres con mayor riesgo de sufrir más efectos colaterales que recibir beneficios.
Estrategias y evidencia
Beneficios de los anticonceptivos orales
Cáncer de ovario
El riesgo de cáncer de ovario está reducido a la mitad en las mujeres que usan anticonceptivos orales, aun en formulaciones con estrógenos bajos. La reducción del riesgo ocurre luego de un tiempo relativamente corto (5 años) y persiste 10 a 20 años luego de haber suspendido su uso. Este beneficio se extiende a las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de ovario y las que presentan mutaciones de los genes BRCA1 o BRCA2. Se cree que este efecto se logra a través de la supresión de la ovulación.
Cáncer de endometrio
Las formulaciones primitivas de anticonceptivos orales, con dosis más elevadas de estrógeno, reducen el riesgo de cáncer de endometrio, presumiblemente por la supresión mediada por la progestina de la proliferación de las células endometriales inducidas por el estrógeno. La reducción del riesgo ocurre luego de un período corto de uso (5 años) y persiste mucho luego de su suspensión. Se cree que las formulaciones nuevas mantienen el mismo efecto.
Acné
Comparado con el placebo, las pacientes tratadas con anticonceptivos orales mejoraron más el acné, comparadas con las mujeres que no recibieron anticonceptivos orales, pero otros trabajos no hallaron diferencias entre las formulaciones. Se ha comprobado que todas las formulaciones disminuyen la concentración de testosterona libre, pudiendo ser ése el mecanismo de acción.
Trastornos menstruales, sangrado y anemia
Un trabajo aleatorizado, con control doble ciego con placebo demostró que los anticonceptivos orales con dosis bajas redujeron la gravedad del sangrado por disfunción uterina. Los anticonceptivos orales disminuyen el sangrado menstrual asociándose con una prevalencia menor de anemia y concentraciones aumentadas de hemoglobina en las mujeres anémicas.
Traducción y resumen objetivo: Dra. Marta Papponetti. Editora Responsable de Medicina Interna de Intramed. Especialista en Medicina Interna. Docente Autorizada de la Universidad de Buenos Aires.
Revisión
Anticonceptivos orales: combinación de estrógeno y progestina
Se presenta a continuación una revisión sobre las ventajas y las desventajas de los anticonceptivos orales.
Autor/a: Dra. Petitti DB.
Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía
3. Riesgo asociado con el uso de los anticonceptivos orales
4. Recomendaciones