Debate

Europa vota por investigar con embriones

El Parlamento Europeo apoya financiar la experimentación con células madre. Las investigaciones con células madre embrionarias están prohibidas en varios países, los cuales podrían vetar su financiación con fondos de la UE en la decisión que han de tomar los Quince.

Autor/a: Por Beatriz Navarro

El Parlamento Europeo adoptó ayer un enfoque más liberal que la mayoría de los estados de la Unión Europea (UE) al apoyar la financiación de las investigaciones con células madre obtenidas de embriones sobrantes de fecundaciones in vitro, sin imponer restricciones temporales (de cuándo tienen que ser los embriones). Los Quince deben decidir la próxima semana si el presupuesto común financia tales estudios.

La posición de la Eurocámara supone una fuerte señal política al Consejo de Ministros de la UE, dividido sobre la idoneidad de esta investigación, que se presenta muy prometedora para avanzar en posibles remedios para enfermedades incurables –diabetes, parkinson y alzheimer, entre otras–, pero está prohibida en algunos países por motivos éticos. Sus detractores dicen que destruir embriones es moralmente equivalente a matar personas.

La Cámara estuvo profundamente dividida en algunos detalles, lo que muestra que los diputados actuaron más guiados por convicciones personales que por sus partidos. El informe sobre investigación en la UE fue aprobado por 300 votos a favor, 210 en contra y 19 abstenciones, con el apoyo sobre todo de socialistas, liberales y miembros de Izquierda Unitaria Europea, e incluso algunos populares y verdes. El ponente, el conservador alemán Peter Liese, pidió a su grupo que votara en contra, pues las enmiendas habían modificado el inicial enfoque restrictivo. Y es que los diputados rechazaron la propuesta de la Comisión Europea de limitar la financiación a los estudios con embriones congelados antes del 27 de junio de 2002, fecha de aprobación del VI Programa Marco de Investigación. Esta restricción era similar a la que prevé la ley española, que ayer quedó aprobada por las Cortes y permitirá investigar sólo con embriones congelados hasta ahora, no con los que sobren en adelante –pretende que no sobren limitando los óvulos a fecundar a tres–. Al eliminar la limitación temporal, los eurodiputados del PP español votaron en contra.

El Europarlamento aprobó incluso que la investigación se realice sin prevenir a la pareja donante de los embriones y también con células madre procedentes de abortos espontáneos o terapéuticos y no sólo de embriones sobrantes de fecundaciones in vitro. No obstante, exigió que se financie “prioritariamente” investigaciones con células madre adultas (las de la médula ósea y otros tejidos del cuerpo).

La Cámara no discutió si estas investigaciones deben o no ser autorizadas, pues se considera que es una cuestión nacional. Los estados de la UE siguen divididos. Alemania, Italia, Austria y Portugal podrían bloquear la aprobación de estas investigaciones con el argumento de que la UE no puede financiar proyectos prohibidos en algunos países. Hace un año las divergencias entre gobiernos llevaron a decretar una moratoria que prohíbe a la UE financiar estos experimentos, pero en las próximas semanas vence y deben tomar una decisión. El Reino Unido y Suecia tienen la legislación más liberal. España ha pasado de una oposición a reformar la ley de Reproducción Asistida para permitir una investigación con restricciones. No obstante, como Irlanda y Luxemburgo, debe definir su posición en la UE.

La partida del presupuesto del VI Programa Marco que se destinará a esta investigación es relativamente modesta –entre 10 y 50 millones de euros de los 17.500 del plan hasta 2007–, pero la posición de la UE se espera con expectación ya que el debate está abierto en muchos países.

La Iglesia católica se apresuró a reiterar su rechazo. “Estamos profundamente preocupados por la propuesta del Parlamento Europeo de permitir la financiación comunitaria de una investigación que entraña la destrucción de embriones humanos”, dijo el secretario general de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea, Noel Treanor. “Esto daría pie a la preocupante posibilidad de que la UE incentive indirectamente la creación de embriones humanos sólo para investigación”, alertó contra la llamada clonación terapéutica.

En cambio, Marcelo Palacios, de la Sociedad Internacional de Bioética, dijo que “se abre un campo científico excepcional” y que España se podría beneficiar de los fondos europeos. El científico Bernat Sòria prevé empezar a trabajar el 2004 en Sevilla en sus estudios con células embrionarias para curar la diabetes.