Situaciones

Estrés y Vida Cotidiana

En la vida cotidiana ocurren sucesos, hechos, acontecimientos que llevan a la persona a una necesidad de adaptación.

Autor/a: Dr. Juan Manuel Bulacio y Lic. María Carmen Vieyra

Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía

En la vida cotidiana ocurren sucesos, hechos, acontecimientos que llevan a la persona  a una necesidad de adaptación. No es posible establecer el valor estresante objetivo de una determinada situación, ya que aquel aquél depende de cómo cada persona perciba dicha situación.

Desde una concepción cognitiva constructivista realista de estrés como proceso dinámico e interactivo, una respuesta de estrés depende de la valoración de la situación, y de los recursos con los que cuenta la persona para hacer frente a esa situación por un lado y por otro de un proceso de comparación entre esas valoraciones y un afrontamiento de dicha situación.

Valoración, significa que es la persona la que está dando activamente un significado al estímulo y a los propios recursos. La valoración depende de los esquemas cognitivos personales del sujeto (ideas previas, creencias). Hay estímulos que pueden ser amenazantes para uno y no para otros. El estímulo existe y es valorado por el sujeto, el sujeto no inventa el estímulo, lo sale a buscar.

En un primer momento hay una valoración del estímulo y en un segundo momento existe una valoración de la capacidad para dar respuesta, una valoración personal de los recursos. Cuanto más realista sea la valoración de los recursos mejor será la respuesta. Conocer los recursos que se poseen implica también cuanto se valoran y cuanto se cree se van a poder utilizar. Entonces, hay una valoración de los estímulos, de los recursos y luego se realiza una comparación. Se comparan ambas cosas y se ve cual es la diferencia. Si los recursos sobran para dar respuesta no va a ser una situación de estrés o se va a eliminar rápidamente porque se puede dar respuesta fácil. El estrés es cuando hay una diferencia.  Depende de la diferencia que el sujeto pueda tolerar, entre los recursos que es capaz de movilizar frente a las amenazas que percibe, podemos hablar de una situación estresante o no. El Afrontamiento es el resultado de la comparación entre la valoración del estímulo y la valoración personal,  cómo se hace frente a esa diferencia que hay entre lo que el sujeto vive como amenaza y su capacidad de respuesta.

Existen Afrontamientos Conductuales y Afrontamientos Cognitivos. El Afrontamiento Cognitivo es como el sujeto le da significado a los estímulos, es el esfuerzo, la demanda que el sujeto realiza para tratar de encontrar significados nuevos a esos estímulos. El Afrontamiento Conductual es el esfuerzo motor, conductas dirigidas para minimizar la diferencia. Ambos tipos de afrontamientos pueden estar dirigidos a la situación y a la emoción.

Estos son Afrontamientos Activos, también existen otros tipos de afrontamientos: el evitativo, es cuando el sujeto activamente sale del campo, huyendo de la situación problemática y el afrontamiento pasivo donde el sujeto queda paralizado sin posibilidad de realizar NADA. El afrontamiento va a depender a su vez de:

a) la motivación, necesaria para movilizar los propios recursos.

b) Capacidad de asumir riesgos, la persona tiene sus propios esquemas para evaluar qué riesgo es capaz de asumir. Esquemas cognitivos personales referidos a ganar y a perder.

c) Apoyo Psicosocial, el afrontamiento va a depender de la contención social percibida y real.

d) Toma de Decisión, propia capacidad del sujeto para utilizar sus estrategias de afrontamiento.

No obstante, a pesar de estas diferencias individuales, se puede identificar qué es lo que convierte u suceso o una situación específica en estresante, qué características suelen compartir las situaciones habitualmente consideradas como estresantes.

- Cambio o novedad en la situación estimular: El mero cambio en una situación habitual puede convertirla en amenazante, ya que supone la aparición de demandas nuevas, a las que es necesario adaptarse.

- Duración de la situación de estrés: En líneas generales, cuanto más duradera sea la situación estresante, mayores consecuencias negativas tendrá para la persona.

- Severidad o impacto del estresor: Según Paterson y Neufeld (1989) la severidad de un acontecimiento depende del número de objetivos o aspectos de la persona que están siendo amenazados, la importancia de cada uno de esos objetivos y el grado de amenaza para cada uno de ellos.

- Factores temporales: Implican la inminencia de la situación y el período de tiempo que la persona tiene para anticipar el acontecimiento.

- Probabilidad de que ocurra el acontecimiento

- Incertidumbre: Cuanto mayor sea el grado de incertidumbre, más estresante será la situación.

- Ambigüedad: Cuanto más ambigua sea la situación, mayor poder estresante tendrá.

Se ha de tener en cuenta que el estilo de vida (profesión, familia, relaciones sociales, pensamientos, expectativas, etc.) determina en gran parte las demandas a que la persona se verá sometida, facilitando en mayor o menor grado la aparición de situaciones estresantes.

Dr. Juan Manuel Bulacio
Médico Psiquiatra. Encargado de la Sección de Ansiedad. Servicio de Psiquiatría del Hospital Francés
Director del I.C.C.Ap.(Instituto de Ciencias Cognitivas Aplicadas)

Lic. María Carmen Vieyra
Psicóloga. Servicio de Psiquiatría - Hospital Francés
mvieyra@iccap.com.ar