En el año 2000 apareció "Los días del Venado", primera parte de esta trilogía. Narra -de manera poética y contundente- la historia de las Tierras Fértiles, un continente habitado por diferentes pueblos y culturas que deciden unirse frente a un peligro común: una invasión que llega a través del mar desde las Tierras Antiguas.

Los que se animen a esta novela conocerán en principio al pueblo de los husihuilkes, habitantes de los bosques del sur del continente, guerreros y cazadores, respetuosos de los viejos y cooperativos en su distribución de las riquezas.

Hasta allí se llegará un habitante de la ciudad de Beleram, perteneciente al pueblo zitzahay. Es un enviado de los Supremos Astrónomos, organizadores del encuentro entre los pueblos para tomar una decisión democrática: ¿cómo recibir a los visitantes que llegarán -lo han dicho los brujos y los astrónomos- desde la otra orilla del Yentru?

El libro narra la travesía del elegido de los husihuilkes, Dulkancellin, junto a su guía, el zitzahay Cucub hacia la Casa de las Estrellas y su posterior encuentro con los representantes de cada cultura. Al mismo tiempo Misáianes, hijo de la Muerte y representante del Odio Eterno, organiza su ataque: una flota a su mando zarpa desde las Tierras Antiguas y varios habitantes de las Tierras Fértiles aceptan ser sus aliados a cambio de tesoros y poderes a la hora de la victoria.

La guerra desatada entre ambos bandos será cruel y, aunque un grupo ganará la primera batalla, la contienda seguirá en pie.

El segundo tomo de la saga es Los días de la Sombra. Se publicó en 2002 y profundiza la lucha entre los dos continentes, entre la vida y la muerte.

Ambos libros forman parte de una curiosa situación literaria: ventas más que elocuentes y silencio casi absoluto de los medios de comunicación. Para los lectores interesados, un desafío siempre apasionante: descubrir un autor y su texto para ser el primero en recomendarlo.