Pacientes y Métodos
En este estudio se seleccionaron 19 ojos de pacientes con glaucoma crónico de ángulo abierto primario o secundario con una edad promedio de 67.8 ± 11.3 años y un rango entre 50 y 87.5 años; y 27 ojos de pacientes atendidos por problemas refractivos o cataratas con una edad promedio de 69.6 ± 12.5 años y un rango entre 44.1 y 95.1 años, como grupo de control.
En el grupo de pacientes con glaucoma, todos presentaban presiones intraoculares mayores a 21 mmHg, cambios glaucomatosos de la papila y defectos del campo visual glaucomatosos; este grupo fue a su vez subdividido en 11 ojos con glaucoma crónico de ángulo abierto primario y 8 con glaucoma crónico de ángulo abierto secundario, producto de causas tales como pseudoexfoliación y síndrome de dispersión de pigmento primario.
En el grupo de control, la presión intraocular fue, en todos los casos, menor a 22 mmHg sin medicación, con una apariencia oftalmoscópica de la papila sin daños glaucomatosos.
Los pacientes fueron dilatados con tropicamida 0,5% y fenilefrina 5%, se les colocó un anestésico tópico y una lente de Goldmann convencional con un sensor de presión sobre la córnea. Se realiza una leve presión sobre el globo ocular, a través de la lente de contacto, y se registra la presión en el momento en que comienzan las pulsaciones en la arteria o en la vena centrales de la retina. Esta medición fue repetida 10 veces y el promedio fue utilizado en futuros análisis estadísticos.
Resultados
En el grupo de pacientes con glaucoma el valor de la presión de colapso de la arteria central de la retina fue 75.7 ± 19.4 unidades relativas, sin diferencias significativas (p=0.89) con respecto al obtenido en el grupo de control 78.0 ± 19.2. La presión de colapso diastólica en la vena central de la retina para el grupo de glaucoma fue 26.1 ± 26.4 unidades relativas, el cual fue significativamente más alto (p=0.001) que el valor obtenido para el grupo de control 6.1 ± 8.4 unidades relativas.
La presión de colapso de la vena central de la retina fue estadísticamente independiente de la presión intraocular (p=0.52 para el grupo de control y 0.24 para el grupo con glaucoma) en ambos grupos de tratamiento.
Conclusiones
El examen de la presión de colapso de la vena y arteria centrales de la retina pueden ser de importancia en el diagnóstico de enfermedades que involucran a la lámina cribosa, a la porción retrobulbar del nervio óptico, al especio de fluido cerebroespinal, a la órbita y al cerebro. La razón es que ambos vasos retinianos atraviesan la lámina cribosa y se originan desde o drenan hacia estructuras que se localizan en la órbita o dentro del cráneo. La presión de colapso de los vasos centrales de la retina puede determinarse por oftalmodinamometría.
Otros estudios demuestran que el conocimiento de la presión de colapso de la vena central de la retina puede ser de utilidad para:
· Estimar la presión de los tejidos en la órbita en el diagnóstico y seguimiento de pacientes con orbitopatía endocrina.
· La presión de colapso de la vena central de la retina puede ser más alta en oclusiones venosas centrales de la retina que en oclusiones de rama o en estasis venosa retiniana.
· Detectar fístulas arteriovenosas intracraneales y glaucoma de ángulo abierto secundario a través de la nueva técnica oftalmodinamométrica.
Los resultados del presente estudio sugieren que la presión de colapso de la vena central de la retina puede ser más alta en ojos con glaucoma crónico de ángulo abierto que en sujetos normales.
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de Oftalmología.