El SOP es un problema endócrino que se cree tiene sus raíces en el metabolismo de la insulina. Se produce una insulinorresistencia acompañada de hiperinsulinemia compensatoria. Esta hiperinsulinemia disminuye las concentraciones de la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG) lo que lleva a un hiperandrogenismo. Los altos niveles de hormonas androgénicas interfieren con el eje hipotálamo hipofisario, llevando a un aumento de los niveles de hormona luteinizante (LH) con la consecuente anovulación, amenorrea y esterilidad.
Es por eso que en este último tiempo se incorporó a la metformina, un hipoglucemiante oral de la familia de las biguanidas, en el arsenal para el tratamiento de la anovulación en las mujeres con SOP e insulinorresistencia. La dieta y el ejercicio tienen un papel fundamental en el control de la resistencia a la insulina. También existiría un lugar para la cirugía que discutiremos más adelante.
Dieta
La pérdida de peso es la forma más natural para aumentar la sensibilidad a la insulina. Las mujeres con problemas de fertilidad asociados al síndrome de ovario poliquístico (SOP) tienen muchas veces un índice de masa corporal mayor a 27 kg/m2. Muchos trabajos reportaron que la pérdida de peso mejora la tasa de ovulación en estas mujeres. Una dieta hipocalórica asociada al ejercicio es la mejor combinación para bajar de peso. Otro punto importante es el tipo de dieta que se debe indicar a estas pacientes. El tipo de carbohidratos que comen es fundamental para mejorar la hiperinsulinemia. La disminución de peso no sólo mejoraría la tasa de ovulación sino que también ayudaría a prevenir el desarrollo de secuelas a largo plazo como la diabetes, las dislipemias o la hipertensión arterial.
Existirían tres motivos por los cuales la anovulación se asocia con exceso de peso: el aumento de la aromatización periférica de andrógenos a estrógenos, la disminución de los niveles de SHBG lo que lleva a una mayor concentración de estrógenos y testosterona libre y un aumento de los niveles de insulina que pueden estimular al estroma ovárico a la producción de andrógenos. El adelgazamiento produce una mayor tasa de embarazo con una normalización de los ciclos menstruales y una disminución de los niveles de insulina y de testosterona libre. Incluso, aquellas mujeres que bajaron de peso pero no lograron ovular, responden mejor a la estimulación tanto con citrato de clomifeno (CC) como con gonadotrofinas y una vez logrado el embarazo, tienen menos complicaciones obstétricas relacionadas con la obesidad.
En un trabajo controlado y randomizado, sobre seis mujeres obesas con SOP que bajaron un promedio de 16 kilos, se demostró una disminución en la secreción de insulina y andrógenos, a pesar de que la frecuencia de pulsos de FSH y LH no se modificaron. Una de las seis mujeres que bajó de peso, tuvo un ciclo ovulatorio. En otro trabajo, 9 de 11 mujeres que bajaron más del 5% de su peso tuvieron ciclos regulares o embarazo.
* La Dra. Marisa Geller es tocoginecóloga, especialista en Endocrinología Ginecológica y Reproductiva. Es asesora editorial de Intramed.
** La Dra. Alicia Lapidus es Jefe de Unidad Obstetricia del Hospital J.A. Fernández. Es asesora editorial de Intramed.