La cantidad de pescado consumida tiene una relación inversa con la frecuencia cardiaca, algo que, teniendo en cuenta que una frecuencia cardiaca aumentada es un factor de riesgo de muerte súbita, explicaría por qué las personas que consumen más pescado tienen índices inferiores de muerte súbita.
Es la conclusión principal de un estudio desarrollado por investigadores del Instituto Pasteur de Lille (Francia), con una población de más de 10.000 hombres de edad avanzada sin evidencia de patología coronaria, que fueron divididos en cuatro grupos en función de su consumo de pescado y luego se comparó la frecuencia cardiaca y los factores de riesgo coronario.
Observaron que a mayor consumo de pescado, menor frecuencia cardiaca (p<0,0001), incluso después de tener en cuenta factores de confusión analítica como la edad, el tabaquismo y la actividad física. Como era esperable, el consumo de pescado se asoció a un aumento de fosfolípidos de los ácidos omega-3. Los niveles de ácidos eicosapentaenoico (APE), docosahexaenoico (ADH) y de ácidos grasos omega-3 totales estuvieron aumentados en todos los grupos de consumo de pescado, sin embargo, los niveles de ADH se relacionaron inversamente con la frecuencia cardiaca (p<0,03), algo que no ocurrió con los de APE. También se observó que el consumo de pescado tuvo efectos como una caída de la presión arterial sistólica y diastólica, un descenso de los niveles de triglicéridos y un aumento del colesterol HDL.
Webs Relacionadas
Institut Pasteur de Lille
http://www.pasteur-lille.fr/fr/
Circulation
http://circ.ahajournals.org/