Objetivo:
Evaluar la seguridad y la eficacia del tacrolimus tópico al 0.1% vs. el propionato de clobetasol al 0.05% para el tratamiento del vitiligo en la niñez.
Diseño:
Estudio randomizado a doble ciego.
Lugar:
Departamento de Dermatología, Hospital Central "Dr Ignacio Morones Prieto," San Luis Potosí, México.
Participantes:
De un total de 20 niños con vitiligo, se seleccionaron 2 lesiones simétricas de casi el mismo tamaño y tiempo de evolución. Se encontraban libres de cualquier terapia tópica o sistémica 2 meses previos a la inclusión.
Intervenciones:
Tratamiento con tacrolimus y clobetasol tópicos durante un período de 2 meses.
Principales mediciones:
Se evaluó el grado de repigmentación por diapositivas de color tomadas al inicio y en cada visita realizada cada 2 semanas. Las diapositivas fueron analizadas por 2 clínicos no relacionados con el estudio y por un programa de computadora digital morfométrico. Las características del pigmento, tiempo de respuesta, síntomas, telangiectasias y atrofia fueron evaluados cada 2 semanas.
Resultados:
Un total de 18 (90%) de los 20 pacientes experimentaron alguna repigmentación. El porcentaje medio de repigmentación fue del 49.3% para el clobetasol y del 41.3% para el tacrolimus. Las lesiones de 3 pacientes tratados con clobetasol presentaron atrofia y 2 lesiones provocaron telangiectasias; el tacrolimus provocó sensación de quemazón en 2 lesiones.
Conclusiones:
El tacrolimus demostró ser casi tan efectivo como el propionato de clobetasol para restaurar el color cutáneo en lesiones de vitiligo en niños. Debido a que no produce atrofia u otros efectos adversos, el tacrolimus podría ser muy útil para pacientes jóvenes, pudéndose utilizar en áreas cutáneas sensibles como los párpados y debería ser considerado en otros trastornos cutáneos que actualmente son tratados con esteroides tópicos por períodos prolongados de tiempo.