IECA
Heart Outcomes Prevention Evaluation Trial (HOPE)
Abarcó 9297 enfermos de más de 55 años, 34% de los cuales (n: 2307) tenía diagnóstico de diabetes tipo 2. Los enfermos fueron asignados a ramipril o a placebo durante 5 años. Los pacientes con diabetes tenían al menos un factor adicional de riesgo cardiovascular: hipertensión, hipercolesterolemia, nivel bajo de colesterol asociado con lipoproteínas de alta densidad (HDLc), tabaquismo o microalbuminuria.
El ramipril se inició en dosis de 2.5 mg/día con ascenso gradual a 5 mg/día y a 10 mg diarios. La terapia con el IECA se acompañó de una reducción del índice de mortalidad, infarto de miocardio y ACV en un 22%. El beneficio fue semejante en individuos con diabetes o sin ella. Asimismo, el trabajo confirmó que los IECA mejoran la sobrevida de pacientes con insuficiencia cardíaca, disfunción asintomática del ventrículo izquierdo e infarto de miocardio. También reducen el índice de declinación de la falla renal en sujetos con nefropatía.
Captopril Prevention Project Randomized Trial (CAPPP)
Incluyó 10985 enfermos con hipertensión; el 5% tenía diabetes. Los participantes fueron asignados a captopril o a terapia convencional (tiazidas o BB). El tratamiento se ajustó de manera tal de lograr un descenso de la presión arterial a 90 mmHg o menos. En forma global, no se registraron diferencias considerables entre los esquemas de terapia en relación con las variables primarias de evaluación. No obstante, en la subpoblación de enfermos con diabetes, el punto primario combinado (infarto de miocardio, ACV y muerte cardiovascular) fue 41% m s bajo en los individuos asignados a captopril (risk ratio: 0.59). La incidencia de infarto de miocardio se redujo en un 66%, los eventos cardiovasculares en un 33% y la mortalidad global en un 46%. El efecto protector del captopril fue notorio en el subgrupo de enfermos con diabetes.
Appropriate Blood Pressure Control in Diabetes Trial (ABCD)
Fue un estudio aleatorizado y controlado en el cual se comparó el efecto del control moderado de la presión arterial (presión diastólica blanco de 80 mmHg a 89 mmHg) y el control estricto (presión diastólica blanco inferior a los 75 mmHg). En cada grupo los enfermos recibieron enalapril o nisoldipina, un bloqueante de los canales de calcio de acción prolongada.
El punto primario de evaluación fue el cambio en la depuración de creatinina y los eventos cardiovasculares representaron par metros secundarios de análisis. El estudio debió ser interrumpido en forma prematura porque se constató una mayor incidencia de eventos cardiovasculares en los enfermos asignados a nisoldipina a pesar de que el control de la presión arterial, glucemia y perfil de lípidos fue semejante en pacientes tratados con ambas drogas. El estudio confirmó el mayor efecto protector de los IECA en sujetos con diabetes en comparación con antagonistas del calcio de acción prolongada.
Fosinopril vs. Amlodipine Cardiovascular Events Trial (FACET)
El estudio abierto evaluó 380 enfermos con hipertensión y diabetes tipo 2, quienes fueron asignados a fosinopril en dosis de 20 mg por día o a amlodipina en dosis de 10 mg diarios. En caso de no lograrse el control deseado de la presión arterial se agregó el otro fármaco de manera tal que hacia el final de la investigación, aproximadamente un tercio de los participantes recibía terapia combinada. En el grupo asignado a amlodipina se registró un mayor número de eventos cardiovasculares (27 versus 14), a pesar de una reducción más marcada de la presión arterial en los individuos tratados con el antagonista cálcico.