Aunque el uso de insulina está prohibido por el Comité Olímpico Internacional, se estima que su empleo se está convirtiendo en muy popular entre determinados deportistas porque es muy difícil de detectar por los test de dopaje estándar, ya que esta hormona se desvanece muy rápidamente en el torrente sanguíneo.

Un estudio norteamericano indicaba recientemente que uno de cada cuatro atletas que emplean esteroides anabolizantes abusan también del consumo de insulina. Ése fue el caso de un deportista descrito en el presente estudio, que ingreso en el hospital tras ser hallado inconsciente en su casa. En un primer momento se pensó que era diabético, porque presentaba una hipoglicemia grave, pero posteriormente admitió que era culturista y había tomado anabolizantes e insulina.

El autor del estudio, del Pontefract General Hospital de Yorkshire (Reino Unido), señala que, al tomar la insulina en secreto, estos atletas corren el riesgo de desarrollar hipoglicemia y quedar inconscientes, y “estando lejos de una posible asistencia médica esto puede comportar el coma e incluso la muerte”.

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 British Journal of Sports Medicine
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