Los autores escriben que el paro aumenta la vulnerabilidad frente a sucesos estresantes de la vida y puede incrementar los factores de riesgo que preceden al suicidio, como los problemas económicos o la enfermedad mental.
El estudio se basa en el censo de Nueva Zelanda de 1991. Los autores encontraron que las personas desempleadas de 25 a 44 años y los varones de 45 a 64 años en paro multiplican por tres sus probabilidades de suicidarse. Añaden que el suicidio en personas jóvenes es poco frecuente, pero que ser soltero, presentar una enfermedad mental o tener una baja categoría laboral son factores que incrementan el riesgo.
Asimismo, señalan que la proporción de suicidios atribuibles al paro es pequeña, sólo de un 6% de todos los casos, pero que merece ser tenida en cuenta. Los trastornos mentales están detrás de la mitad de los suicidios.
Webs Relacionadas
Wellington School of Medicine
http://www.wnmeds.ac.nz/
Journal of Epidemiology and Community Health
http://jech.bmjjournals.com/