La aterosclerosis, señalan los autores, es considerada una patología inflamatoria. Recientemente se comprobó que marcadores plasmáticos de inflamación pronostican riesgo de eventos coronarios en sujetos sanos y en aquellos con angina estable e inestable.
Varios estudios han demostrado el impacto favorable de las estatinas en la prevención primaria y secundaria de la enfermedad coronaria. Los efectos de la terapia con estos agentes están asociados con la reducción de lípidos y acciones antiinflamatorias. En la presente experiencia los autores evalúan en forma prospectiva el valor predictivo de los marcadores de inflamación en la enfermedad coronaria y la influencia de la terapia con estatinas en la sobrevida.
Métodos
La muestra incluyó a 1 246 sujetos sometidos a angiografía coronaria, quienes fueron evaluados en promedio durante 2.9 años. La información de seguimiento incluyó defunciones producidas por causas cardíacas, muertes no relacionadas con enfermedad cardiológica e infarto miocárdico no mortal.
Los datos referentes al consumo de estatinas fueron obtenidos mediante cuestionario efectuado al ingreso. Las determinaciones bioquímicas incluyeron proteína C reactiva (PCr), factor von Willebrand (FvW), recuento leucocitario, fibrinógeno, colesterol total y asociado a liproteínas de alta densidad (HDLc) y baja densidad (LDLc) y triglicéridos.
Resultados
En el período de seguimiento, 88 pacientes fallecieron por causas cardíacas; éstos se caracterizaron por su mayor edad, prevalencia superior de diabetes y disminución de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo.
Aunque presentaron menores niveles de HDLc e hipertrigliceridemia, no se comprobó relación entre los valores de LDLc y colesterol total con el riesgo de muerte cardíaca. En contraste, la sobrevida de los sujetos tratados con estatinas mejoró significativamente. Paradójicamente, el diagnóstico de hiperlipidemia se asoció con menor riesgo.
Los valores iniciales de PCr (2.9 vs. 1.3 mg/l), fibrinógeno (393 vs. 357 mg/l, FvW (237% vs. 196%) y del recuento leucocitario (8.4 vs. 7.6 nl) resultaron significativamente superiores en quienes fallecieron por causas cardíacas respecto de los sobrevivientes. El an lisis reveló que los sujetos con los niveles de PCr m s elevados (superiores de 1.27 mg/dl) presentaron las mayores probabilidades de mortalidad por causas cardíacas.
El riesgo de mortalidad de origen cardíaco fue mayor en los cuartilos superiores de cada marcador inflamatorio. Con respecto a los cuartilos inferiores de cada variable inflamatoria, los cuartilos superiores de PCr, fibrinógeno y FvW se asociaron con incrementos de 1.9, 1.7 y 2.2 veces en el riesgo de mortalidad por causas cardíacas. La relación entre los valores iniciales de los anteriores y los eventos cardíacos mortales no estuvo alterada por la inclusión de la fracción de eyección en el análisis.
El cuartilo superior del recuento leucocitario reveló un incremento de 2.2 veces en el riesgo de mortalidad respecto de los cuartilos inferiores. En contraste con los otros marcadores, la inclusión en el análisis de la fracción de eyección debilitó el factor predictivo del recuento leucocitario. El an lisis multivariado demostró que de todas las variables, la PCr es un factor pronóstico independiente de mortalidad por causas cardíacas.
La prevalencia de los factores de riesgo clásicos y la distribución de los valores de los lípidos fueron similares entre los sujetos tratados con estastinas y en quienes no las recibieron. Los primeros presentaron valores significativamente inferiores de los marcadores de inflamación. Entre los 829 pacientes no tratados con estatinas, los niveles más altos de los marcadores de inflamación pronosticaron eventos cardíacos mortales en el análisis univariado; en el análisis multivariado sólo la PCr y el fibrinógeno presentaron este pronóstico.
En los sujetos tratados con estatinas los cuartilos superiores de los marcadores perdieron su valor predictivo. Estos pacientes no incrementaron el riesgo de futuros eventos coronarios mortales frente a concentraciones normales de PCr, asociación que se mantuvo incluso con valores de LDLc mayores de 125 mg/dl. Sin embargo, entre los sujetos en el cuartilo superior de PCr, los no tratados con estatinas incrementan 2.3 veces el riesgo de episodios coronarios mortales, independientemente de los niveles de LDLc.
Conclusión
Los autores comprobaron que la terapia con estatinas redujo el riesgo relativo de eventos coronarios mortales en un 51%. No obstante, todavía es objeto de controversia si el descenso de la morbilidad y mortalidad es sólo el resultado de las propiedades hipolipemiantes de las drogas o si los otros efectos (influencia en la respuesta inflamatoria, formación de trombo, función endotelial y estabilidad de la placa) también son responsables del beneficio clínico. En la presente experiencia, aquellos sujetos tratados con estatinas presentaron menores niveles de los marcadores de inflamación, que perdieron su valor predictivo de futuros eventos cardíacos mortales.