Antecedentes:
Los efectos adversos relacionados a drogas ocurren frecuentemente en pacientes internados y muchos de estos efectos son prevenibles. Sin embargo, existen pocos datos disponibles acerca de efectos adversos a drogas en pacientes ambulatorios. Se llevó a cabo un estudio para determinar los porcentajes, tipos, severidad y posibilidad de prevención de estos efectos en pacientes ambulatorios y para identificar estrategias de prevención.
Métodos:
Se realizó un estudio de cohorte prospectivo, incluyendo una encuesta a pacientes y una revisión de historias clínicas, en 4 centros de atención primaria para adultos en Boston (dos hospitalarios y dos comunitarios), involucrando un total de 1.202 pacientes ambulatorios que recibieron al menos una prescripción durante un período de 4 semanas. Las prescripciones fueron realizadas en computadora en dos de los centros y a mano en los otros dos.
Resultados:
De los 661 pacientes que respondieron la encuesta (índice de respuesta, 55%), 162 había sufrido un efecto adverso a la droga (25%; 95% IC, 20 a 29%), con un total de 181 eventos (27 cada 100 pacientes). Entre los efectos, 24 fueron serios (13%), 51 (28%) fueron mejorables y 20 (11%) fueron prevenibles.
De los 51 eventos mejorables, 32 (63%) fueron atribuidos a un fallo del médico a responder a los síntomas relacionados a la medicación y 19 (37%) a un error del pacientes a informar a los médicos los síntomas.
Las clases de medicamentos más frecuentemente involucrados en efectos adversos a las drogas fueron inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (10%), betabloqueantes (9%), inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (8%) y agentes antiinflamatorios no esteroides (8%). En el análisis de multivarianza, sólo la cantidad de medicamentos tomados estuvo significativamente asociada con efectos adversos.
Conclusiones:
Los efectos adversos relacionados a las drogas son frecuentes en la atención primaria y muchos son prevenibles o mejorables. El monitoreo de y sobre los síntomas es importante. Mejorar la comunicación entre los pacientes ambulatorios y los médicos podría ayudar a prevenir efectos adversos relacionados a las drogas.