Tal como publican en la edición electrónica de "Nature Biotechnology", han modificado la bacteria para que muera rápidamente y así no pueda transmitirse a otras personas.
En concreto, han conseguido manipular el ADN del microorganismo para que produzca interleucina 10 (IL-10), citocina que disminuye la inflamación en el intestino y que se ha utilizado en la clínica por vía inyectada, lo cual conlleva efectos adversos que pueden solventarse utilizando la bacteria.
Sustituyeron un gen de L. lactis necesario para su supervivencia por el gen de la IL-10. El gen reemplazado permite al microorganismo producir timidina, una sustancia presente en el tracto intestinal, de modo que no la necesita para sobrevivir ahí. Sin embargo, esta sustancia no está disponible fuera del intestino, por lo que la bacteria no podría sobrevivir más de 72 horas fuera del mismo.
Webs Relacionadas
Universiteit Gent
http://www.rug.ac.be/
Nature Biotechnology
http://www.nature.com/