Aparentemente la infección vaginal puede ocurrir tempranamente y permanecer asintomática por meses, hasta que infecta a las membranas ovulares y desencadena la dinámica uterina. Esto hace que si se intenta el tratamiento después de las primeras semanas del embarazo, probablemente ya sea tarde.
La presencia de signos clínicos de corioamnionitis (fiebre materna > 38 ºC , RGB > 15.000, taquicardia materna y fetal, sensibilidad uterina y flujo vaginal de mal olor) está presente sólo en el 10 a 15% de las pacientes que presentan un cultivo positivo para gérmenes en el líquido amniótico. Los gérmenes habitualmente involucrados son el Ureaplasma urealiticum, Mycoplasma hominis, Estreptococo grupo B, Gardenerella y anaerobios. La vaginosis bacteriana es un síndrome clínico, y la causa mas común de vaginitis. Su etiología es desconocida, pero se asocia con la ausencia de lactobacilos y el aumento de otros organismos como la gardnerella vaginalis y otros anaerobios. No se ha comprobado la transmisión sexual.
Alguna de las características que no pueden olvidarse son que el 50% son asintomáticas y que el 33% recurren, por lo que su diagnóstico es OBLIGADO aún sin presentarse datos clínicos.
¡Cuál es el riesgo de la Vaginosis Bacteriana en el embarazo?
Su asociación con a) perdidas del primer trimestre, b)2 a 7 veces mas perdidas de segundo trimestre y parto pretérmino c)Mayor riesgo de RPM d) Mayor riesgo corioamnionitis, e) Mayor riesgo de colonización de liquido amniótico, f) Mayor riesgo recién nacidos de bajo peso g) Mayor riesgo endometritis postparto. El CDC (Centres for Disease Control) de USA, publicó nuevas normas de diagnóstico y tratamiento en el año 2002 ( http://www.cdc.gov/std/treatment/default.htm )
La norma respecto a la vaginosis bacteriana en el embarazo dice que las embarazadas sintomáticas deberían ser tratadas dada su asociación con resultados perinatales adversos. Los datos actuales no apoyan el tratamiento local en el embarazo. Algunos expertos recomiendan el screening y tratamiento de las mujeres asintomáticas de alto riesgo para parto pretérmino (parto pretérmino previo) en la primera visita prenatal; el régimen óptimo aún no ha sido establecido.
El tratamiento recomendado en el embarazo es Metronidazol 250 mg tres veces por día por 7 días o Clindamicina 300 mg dos veces por día por 7 días. Interesantemente un reciente artículo aparecido en el Journal Obstetrics & Gynecology, de Mayo 2003 (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?cmd=Retrieve&db=PubMed&list_uids=12738139&dopt=Abstract) muestra que el tratamiento no sería efectivo en la prevención del parto pretérmino.