El tromboembolismo venoso (TE) es una patología que sigue manteniendo una alta morbimortalidad. La incidencia es de 1 en 1000 por año. La mortalidad difiere si existe embolia pulmonar asociada o se limita a trombosis de las venas profundas. En el primer caso, la sobrevida a un año es sólo del 46%, mientras que en el segundo caso es del 85%. Más de una tercera parte de las muertes ocurren en el momento inicial y la prevención constituye el objetivo primordial ya que la enfermedad suele transcurrir desapercibida.
La incidencia de TE aumenta con la edad, el índice de masa corporal y el tabaquismo. Entre los factores predisponentes se citan cirugía, traumatismo, cáncer, embarazo, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y colagenopatías. Dentro de las causas hereditarias se encuentra la sustitución de glutamina por arginina en el factor V, lo que produce trombofilia.
Diagnóstico
El TE suele presentarse en forma asintomática. Generalmente es consecutiva a trombosis de las venas de la pantorrilla que luego se extienden hacia la vena femoral e iliaca. Existe un diagrama de flujo desarrollado por el autor de este artículo que es de gran utilidad para alcanzar el diagnóstico de TE (Figura)
Figura. Diagrama de flujo para el diagnóstico de TE.
Artículo comentado por el Dr. Ricardo Ferreira, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Cardiología.