Las posibilidades de detener la epidemia de neumonía atípica siguen siendo buenas, a pesar de que la tasa de mortalidad ha aumentado considerablemente estas últimas semanas por razones más estadísticas que médicas, según informaron responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El director del Departamento de Enfermedades Transmisibles en la OMS, David Heymann, indicó que la tasa de mortalidad causada por el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) ha pasado de un 4% de los casos registrados a "entre un 5 y 6%".
Asimismo, indicó que ninguna razón clínica explica este aumento, sugiriendo que podría deberse a la situación particular de la epidemia en diversos lugares, así como a las diferencias entre los métodos estadísticos utilizados por las autoridades nacionales.
"Globalmente, teníamos al principio un porcentaje de un 4%. Ahora tenemos un porcentaje de entre un 5 y 6%", declaró Heymann a la prensa. "Es normal en la medida en que se aprende a conocer la enfermedad, y nada indica en estos momentos que estemos ante una mutación hacia una forma más virulenta" del agente causal, manifestó.
En las primeras fases de la epidemia, las personas más expuestas son los profesionales de la salud, que están en estrecho contacto con los enfermos. En los países donde la epidemia ha avanzado, como en China, puede alcanzar a una población diversa, tanto a personas mayores con problemas de salud como a gente más joven y resistente. Algunos de ellos tienen más riesgos de morir, y otros tienen más posibilidades de sanar y de salir así de las estadísticas.
"Tenemos un grupo constituido por una población variada, por ancianos, jóvenes, que caen todos enfermos, y nuestra tasa de mortalidad se establece con esta media", declaró a la prensa. La situación "será diferente en función del país", prosiguió. "La tasa de algunos países alcanza un 10% o incluso más, porque un mayor número de ancianos o de personas delicadas han contraído la enfermedad", concluyó.
Por su parte, Mike Ryan, que coordina el sistema de vigilancia de epidemias en la OMS, afirma que hay excelentes probabilidades de que se consiga controlar el SRAS e impedir que se instale de forma permanente en el seno de la población humana.
Mientras tanto, la OMS establece en 4.649 los casos probables de SRAS registrados en 28 países, 274 de ellos mortales y de los cuales 2.206 fueron tratados con éxito, según el último balance.
La epidemia ha afectado a 2.601 personas en China continental, de las cuales 115 han fallecido. En Hong Kong han sido registrados 1.510 casos, 115 de ellos mortales.
La enfermedad también ha afectado a 195 personas en Singapur, de las cuales 19 han fallecido. La neumonía atípica también ha alcanzado a 63 personas en Vietnam, 5 de las cuales han muerto, mientras que en Tailandia ha afectado a 8 personas y ha provocado la muerte de 2 de ellas.
Cinco casos han sido registrados en Malasia, 2 de ellos mortales; 41 en Taiwán, donde no ha fallecido ningún enfermo; y 2 casos en Filipinas, uno de ellos mortal. Japón también ha detectado 2 casos; Mongolia ha contado 3 e Indonesia uno, al igual que India, sin causar la muerte de los enfermos.
Fuera de Asia, Canadá sigue siendo el país más afectado por el SRAS con 140 presuntos enfermos, de los cuales 15 han fallecido. (Las autoridades canadienses han informado de la existencia de 327 enfermos, 16 de los cuales han muerto). En Estados Unidos se han contabilizado 39 casos, pero ningún fallecimiento.
Siempre según los recuentos de la OMS, la enfermedad también está presente en Alemania (7 casos), Reino Unido (6), Francia (5), Italia (4), Suecia (3) Rumanía (1), Bulgaria (1), Suiza (1), España (1) e Irlanda (1), pero ningún caso registrado en Europa ha desembocado en el fallecimiento del enfermo. En Australia se han registrado 4 casos, otros 2 en Brasil, uno en Kuwait y otro en Sudáfrica, ninguno de ellos mortales.
En otro orden de cosas, la dimisión del ministro chino de Sanidad, Zhang Wenkang, y su sustitución por el viceprimer ministro, Wu Yi, es "el más reciente esfuerzo de China para contener la epidemia de SRAS", según informó la agencia oficial china Xinhua.
El cambio, propuesto por el primer ministro, Wen Jiabao, fue aprobado por el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular. El pasado jueves, el Gobierno chino inauguró un centro de control y prevención nacional de la neumonía atípica en Pekín y presentó un plan de lucha contra la enfermedad. Una de las primeras consecuencias ha sido ordenar el cierre de los locales públicos -bares, cines, teatros, restaurantes, etc.- en la capital china. Además, se estima que en Pekín hay alrededor de 8.000 personas puestas en cuarentena.
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