¿Cómo llegó Mendoza a convertirse en sede del Congreso Mundial de Estados Depresivos?

En 1990 realizamos el primer Congreso Mundial de Estados Depresivos. En esa oportunidad el profesor Jorge Alberto Costa e Silva era presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría y Ministro de Salud Mental de la OMS y consideraba que estos encuentros mundiales eran necesarios pero, más que dedicados a la Psiquiatría en general, consagrarlos a diferentes patologías o especialidades. Como en 1994 hicimos el Segundo Congreso Mundial de Estados Depresivos, se designó  Mendoza centro de actualización en depresión y  se nos pidió se repitiera el evento cada tres años. Por ello realizaremos  este año, el V Congreso Mundial de Estados Depresivos (entre el 25 y 27 de septiembre)

¿Qué impacto tuvieron estos eventos en la comunidad profesional internacional?
Un impacto enorme. Por ejemplo, en el año 2000 hicimos el cuarto congreso y estuvieron 16 presidentes de asociaciones internacionales.  El congreso tomó esa envergadura gracias a un nivel científico de excelencia. Este año también conta-remos con invitados especiales, que son figuras destacadas en el campo de la docencia, investigación y asistencia de nivel internacional; además,  muchos extranjeros interesados en el congreso, han decidido participar activamente con presentación de trabajos científicos. Cada conferencista presentará dos temas: uno relacionado con los estados depresivos y el otro con los desórdenes cognitivos.

¿Quiénes son los encargados de la organización general?

Este congreso se organiza desde el  Instituto de Neurociencias y Humanidades médicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo. Allí desarrollamos una extensa actividad de postgrado que nos permite satisfacer los actuales requerimientos de nuestros egresados. El congreso es cada vez más exigido y exigente porque está sponsoreado por la OMS y la Asociación Mundial de Psiquiatría: son pocos los congresos que pueden llevar el logo de la OMS.

¿Qué expectativa tienen en cuanto a asistencia?

En el primer congreso tuvimos  750 participantes;  en el segundo, 1300; en el tercero, 1800 y en el cuarto 1750. Dadas las circunstancias  socioeconómicas de nuestro país, resulta difícil organizar un congreso hoy en día, pero contamos con gran colaboración y esperamos la participación de similar número de inscriptos.

¿Cuáles serán las temáticas específicas del Congreso de este año?

Siempre hemos hecho el congreso alrededor de la temática de Estados Depresivos, capítulo de la Salud Mental que merece actualización permanente. Pero también hemos agregado siempre, un simposio internacional. El primero fue sobre ansiedad y pánico, el siguiente sobre trastornos de la alimentación, el último sobre violencia y conducta agresiva y el de este año será sobre desórdenes cognitivos.  No trataremos solamente los desórdenes cognitivos de la tercera edad (Alzheimer y demencia) sino los surgidos desde la infancia, que pueden estar relacionados con problemas psicorreactivos, ambientales u orgánicos.

¿Cuáles son las novedades que se presentarán durante el encuentro?

Entre otras, el Dr.Claudio Cuello -un argentino que está trabajando en Canadá en recuperación del mal de Alzheimer- va a plantear los últimos avances en lo que hace a esta enfermedad y el factor de crecimiento neuronal. Según sus investigaciones, la neurona no moriría sino que habría una posibilidad de recuperación neuronal.