Para celebrar el "Día del Investigador", tres reconocidos científicos fueron premiados anoche en el auditorio del Instituto de Biología y Medicina Experimental creado por Bernardo Houssay en la década de 1940. En el mismo acto, se presentó un CD institucional del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) que difunde la actividad de sus 116 institutos, 3.700 investigadores y 2.300 becarios, ofreciendo así a las empresas privadas "una fuente de recursos y equipos de altísimo nivel".
Por su larga trayectoria, fueron distinguidos como investigadores eméritos Alejandro Arvía (75, químico), Alberto Rex González (85, arqueólogo) y Christiane Dosne de Pasqualini (83, médica). También se hizo un minuto de silencio en homenaje al bioquímico Andrés Stoppani, que murió el 18 de marzo pasado.
Más de cien personas, entre ellos muchos investigadores y funcionarios, llenaron el auditorio Virgilio Foglia del instituto creado por Houssay en el barrio de Belgrano. "Esta casa fue cuna de maestros, aquí empezó la investigación biomédica básica y se unió el mundo de la academia con la producción industrial. Nada mejor que este sitio para recordar qué importante es generar conocimientos propios para los buenos negocios", dijo el presidente del Conicet, Eduardo Charreau.
"Hoy no tenemos mucho para celebrar. La sociedad y los funcionarios de Gobierno necesitan entender lo que hacemos. Pero es inexplicable que se reduzca un 30 por ciento el presupuesto científico, a pesar de las promesas del presidente Duhalde y el ministro de Economía. Queremos tener un ministerio de ciencias como lo tiene Brasil desde hace 18 años, será útil para estar en el momento en que un futuro gobierno decida lo que hará con su dinero", dijo el Secretario de Ciencia y Tecnología, Julio Luna. Y agregó: "Esto ocurre cuando acabo de firmar una patente para hacer insulina humana, que será fabricada por una empresa nacional. Al mismo tiempo, no podemos retener a nuestros investigadores jóvenes con sueldos de 800 pesos, muchos se irán a Estados Unidos, y ellos son la reserva estratégica del país".
"Con este CD tenemos una tarjeta de presentación, buscamos que las empresas nos vean como una fuente de recursos científicos que generan producción, exportaciones de alta tecnología y ganancias para todos", dijo la bioquímica Graciela Ciccia, responsable del área de Vinculación Tecnológica del Conicet. Luego de dos años de trabajo, con este CD —que tiene el formato de una tarjeta de crédito— se consiguió un banco de datos destinado a las empresas públicas y privadas.
A modo de ejemplo, la doctora Ciccia mencionó que "nuestro país es muy fuerte en ingeniería química y de alimentos; también en biotecnología. Con patentes nuestras se han desarrollado medicamentos para el tratamiento del sida, la diabetes y el cáncer. También se desarrollaron alimentos probióticos, como la Leche Bio, usada para combatir la diarrea infantil".