El propósito del siguiente estudio es clarificar los factores de riesgo de esta complicación durante las primeras seis semanas luego de una luxación primaria y evaluar el pronóstico del tratamiento con la estabilización quirúrgica inmediata.
Métodos
Se realizó un estudio prospectivo de tres años, sobre 538 pacientes que sufrieron luxación anterior primaria de hombro. La evaluación de los pacientes se realizó en una clínica de hombro, y ante la sospecha de una reluxación se tomaron radiografías adicionales. Todos los pacientes fueron tratados inicialmente con reducción incruenta bajo anestesia. Los pacientes con reducción inestable fueron tratados quirúrgicamente. Se realizó control radiográfico y funcional durante el año posterior a la luxación.
Resultados
Diecisiete (3,2 %) de los 538 pacientes tuvieron una reluxación temprana durante la primer semana de la luxación inicial. Los pacientes que tienen un riesgo elevado de reluxarse fueron aquellos que sufrieron la luxación por un traumatismo de alta energía (riesgo relativo 13,7), aquellos con déficit neurológico (riesgo relativo 2,0), aquellos que sufrieron la ruptura del manguito rotador en conjunto con la luxación (riesgo relativo 29,8), aquellos en los que se encontró una fractura de la glena (riesgo relativo 7,0), y aquellos que tuvieron fractura de la glena y de la tuberosidad mayor del húmero (riesgo relativo 33,5). Luego del tratamiento quirúrgico, en un seguimiento de un año posterior al mismo, el resultado fue favorable en términos de función, salud general, y estudios radiográficos. Ninguno de los pacientes tuvo reluxaciones o síntomas de inestabilidad.
Conclusiones
Todos los pacientes que tienen dolor, deformidad visible del hombro, o restricción al movimiento luego de una semana de la reducción de una luxación primaria deben ser evaluados radiográficamente pera descartar una reluxación. En los pacientes que esta complicación ocurre normalmente tienen (1) una lesión severa de partes blandas y del manguito rotador, o (2) una lesión de los estabilizadores óseos ya sea de la glena o de la glena y la tuberosidad mayor. La reparación quirúrgica temprana está justificada en los pacientes en los cuales coexisten estas condiciones y tienen evidencia de inestabilidad grosera.
Artículo comentado por el Dr. Guillermo Arrondo, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Ortopedia y Traumatología.