Seguridad y decisiones terapéuticas

Imágenes de resonancia magnética de rodilla

En este artículo se expone un análisis del nivel de precisión de las imágenes de resonancia magnética.

Autor/a: Dr. McNally EG

Fuente: BMJ 2002 Jul 20;325(7356):115-6

Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía

Las imágenes de resonancia magnética han tenido un impacto enorme sobre las imágenes musculoesqueléticas y en esta área, la rodilla es la articulación más frecuentemente estudiada. El crecimiento sostenido de la accesibilidad a las imágenes de resonancia magnética está trasladando la investigación como un último recurso en los dominios de los especialistas hospitalarios, para ser parte de la evaluación diagnóstica del médico generalista.

Las imágenes de resonancia magnética de rodilla son más frecuentemente indiadas en pacientes con sospecha de lesiones en el menisco y ligamentos cruzados. Las radiografías planas tienen poco valor a menos que se trate de una lesión debida a un impacto directo. En centros de enseñanza donde se realizan reportes de imágenes musculoesqueléticas por radiólogos especializados, puede lograrse una precisión diagnóstica del 90% por daño en el menisco medio y los ligamentos cruzados anteriores, un poco menos para los meniscos laterales y un poco más para el ligamento cruzado posterior. 1-6

Se ha demostrado en varios estudios la contribución que este nivel de precisión puede hacer sobre las decisiones terapéuticas. MacKenzie et al estudiaron diagnósticos ortopédicos antes y después del uso de imágenes por resonancia magnética en 332 pacientes.7 Se les pidió a los médicos que indiquen su diagnóstico clínico, nivel de confianza y la propuesta de manejo antes de las imágenes. En desgarros de menisco, 57 de 113 diagnósticos previos a las imágenes no fueron considerados luego de las imágenes, lo cual  dio como resultado un cambio en el manejo en el 62% de los pacientes.

Para los diagnósticos confirmados, la confianza en el diagnóstico mejoró significativamente. La proporción de pacientes en quienes se habían considerado la artroscopía varió considerablemente: solo el 38% procedió con la artroscopía luego de analizar las imágenes. Carmichael y Warwick han reportado resultados similares en estudios más pequeños.8-9  Weinstabl et al realizaron una selección randomizada de pacientes con pruebas positivas por desgarros de menisco en dos grupos.10 En un grupo, todos los pacientes fueron sometidos a imágenes de resonancia magnética preliminares, las cuales determinaron la necesidad de artroscopía.

En este grupo, solo el 2% de los pacientes que fueron sometidos posteriormente a una artroscopía mostró hallazgos de importancia en la cirugía. Los pacientes en el segundo grupo fueron manejados únicamente sobre la base de sus hallazgos clínicos. De los pacientes que fueron sometidos a artrosocopía basados en estudios clínicos positivos, se encontró que el 30% no tenía hallazgos de importancia. Estos hallazgos confirman que las imágenes de resonancia magnética están indicadas incluso si los signos clínicos apuntan a una importante perturbación interna.

Datos preliminares proporcionados por un estudio multicéntrico llevado acabo en Holanda también mostraron que el manejo cambia en pacientes con dolor de rodilla persistente en quienes los hallazgos clínicos son mínimos y no se espera una enfermedad importante.11 Incluso en una rodilla agudamente inmobilizada, una condición donde la artroscopía temprana ha sido la norma, imágenes de resonancia magnética preliminares podrían reducir la necesidad de una artroscopía en el período agudo en un 45% (observación personal no publicada).

Las imágenes de resonancia magnética de rodilla también pueden ser consideradas en pacientes con dolor persistente, especialmente nocturno, una lesión de masa, una articulación extremadamente inflamada y en la osteoartritis. En pacientes con dolor nocturno, debe considerarse la posibilidad de un tumor. Las radiografías planas continúan siendo el método de elección en el diagnóstico de tumores óseos, seguidas de imágenes de resonancia magnética para la estadificación si se detecta una lesión.12 Si las imágenes planas son negativas y los síntomas persisten, las imágenes de resonancia magnética constituyen una investigación más sensible.

Los rastreos por isótopos óseos también son una vía sensible de detección tumoral, pero no proporcionan los mismos detalles anatómicos que las imágenes de resonancia magnética y portan una considerable carga de radiación. De la misma manera, las imágenes de resonancia magnética son más sensibles que las imágenes planas para detectar fracturas por estrés, particularmente en estadíos tempranos y  deberían reemplazar los rastreos por isótopos óseos.13 En pacientes con sospecha de masas de tejido blando, se recomienda la ecografía como un estudio inicial de rastreo, seguida de imágenes de resonancia magnética para localizar la masa.

Las imágenes de resonancia magnética, sin embargo, generalmente tienen un rol limitado en pacientes en quienes los rayos X muestran evidencia de osteoartritis. La extensión del daño anatómico no se correlaciona con los síntomas, los cuales son los determinantes primarios para el evaluar el momento oportuno para una artroplastía. Una excepción es cuando se propone un reemplazo unicompartimental (que es compartimento medio) antes que un reemplazo total de rodilla. Aquí, las imágenes de resonancia magnética podrían confirmar que los otros compartimentos están normales.

En la sinovitis inflamatoria, las imágenes de resonancia magnética podrían confirmar la extensión de la lesión, distinguir entre efusión y sinovitis, particularmente cuando se utilizan agentes de contraste endovascular  y determinar la masa sinovial, donde se considera una sinovectomía quirúrgica. Es menos común que las imágenes de resonancia magnética logren un diagnóstico especifico, aunque en ocasiones entidades como una sinovitis vellonodular pigmentada pueden ser diagnosticadas debido a sus características específicas en las imágenes.14 La artritis séptica está generalmente asociada con una marcada reacción inflamatoria en el hueso y se recomienda una biopsia sinovial para confirmarla. Se requieren imágenes de resonancia magnética posteriores, para excluir osteomielitis.