Investigadores daneses del Instituto de Medicina Preventiva de Copenhague siguieron durante una media de 13 años a un grupo de 12.000 varones y mujeres. Durante ese tiempo 929 participantes experimentaron un primer ictus, de los cuales algo menos de una cuarta parte resultó fatal.
Según los resultados, aquellas personas que habían declarado estar altamente estresadas al inicio de la investigación presentaron un riesgo de ictus fatal un 89% más elevado que el resto. Aquellos participantes que manifestaron sentir estrés al menos una vez a la semana tenían 50% más probabilidades de morir como consecuencia de un ictus.
Webs Relacionadas
Stroke
http://stroke.ahajournals.org/