Ulanovsky se propone, con este libro, desentrañar el tan mentado ser nacional. Pero no es ingenuo: sabe que cualquier simplificación esconde un recorte improbable del ser que quiere describir.
Ante todo, confiesa "yo estoy hecho... con lonjas de esa carne nacional". Y deja así sentado que, cuando hable de "los argentinos" o de "este país" también estará hablando de él. O mejor dicho: estará hablando especialmente de él.
Porque el libro tiene mucho de autobiográfico en el sentido de ofrecernos netamente el punto de vista del autor sobre las costumbres, los males, los hábitos y las glorias argentinas.
La estructura del texto propone capítulos referidos a distintas características tales como nuestra propia definición del ser nacional, nuestra preferencia por la referencia lateral, nuestra tendencia a reprochar sin llegar a rebelarnos, nuestra increible capacidad de tolerancia al sufrimiento, nuestro comportamiento soberbio de visita en el exterior...
Y también nuestra hipocresía, la ambición desmedida, la actitud ventajera, el cholulismo, la tendencia a la sospecha y a negar nuestras responsabilidades.
Es decir: Ulanovsky escribe sobre el "ser humano". Y lo hace argentino con ciertos guiños, chistes, anécdotas y frases que sólo un habitante de estas pampas comprende cabalmente.