Lograron aislar un componente clave de la bacteria que la provoca

Un gran paso para elaborar una vacuna efectiva contra la úlcera

La enfermedad afecta a 3,5 millones de argentinos. En 7 de cada 10 casos es causada por la bacteria Helicobacter pylori. Científicos japoneses descubrieron el método que usa para atacar.

Helicobacter pylori es una de las bacterias más arriesgadas. Entra al organismo y se anima a habitar en el estómago, donde todo lo que cae es brutalmente destruido por los ácidos gástricos. Pero esta bacteria insiste y, si se dan ciertas condiciones, termina provocando úlceras, un trastorno que sufre el 10 por ciento de la población mundial. En la Argentina lo padecen 3,5 millones de personas.

Durante mucho tiempo se pensó que el ardor provocado por la úlcera era causado por comidas picantes o muy condimentadas. En los años 80, se descubrió la asociación entre la infección por Helicobacter pylori y la úlcera. Siete de cada 10 úlceras son causadas por esa bacteria. Sin embargo, cómo hace la bacteria para ganar la batalla es la gran cuestión pendiente.

Ahora, un grupo de científicos japoneses llevó cabo un estudio que se acerca un poco más a la respuesta tan buscada. Con manipulaciones genéticas en ratones, encontraron una de las armas que usa la bacteria para lesionar las mucosas del estómago o del duodeno. Y hallaron cuál es la llave que la bacteria encuentra para entrar en las células estomacales.

En la revista Nature Genetics de marzo, los investigadores —que pertenecen al Instituto Nacional de Biología Básica, las universidades de Kobe y de Shinshu, entre otras instituciones— reportan el hallazgo que brindaría información para producir vacunas contra la bacteria. Afirman que, en ciertos casos, la bacteria se aprovecha un factor de virulencia llamado "VacA" (significa citoxina vacuolizante), que a su vez se enlaza con un receptor específico de las células estomacales (llamado Ptprz).

Dieron con esta combinación al producir ratones que carecían de ese receptor en sus células. Mientras 10 de 12 ratones sufrieron úlceras al recibir el ataque de la proteína VacA, no pasó lo mismo en los ratones que carecían de la llave (el Ptprz) que permite a la bacteria entrar.

A partir de este experimento, el gastroenterólogo Richard Peek, de la Universidad de Vanderbilt, en los Estados Unidos, afirmó en la misma revista especializada: "Comprender el papel de los determinantes de la virulencia de Helicobacter pylori en el origen de la úlcera puede contribuir al desarrollo de una vacuna".

Pero la vacuna no estará disponible mañana. "Es factible que pueda desarrollarse una vacuna a partir de este estudio —estimó Rodolfo Corti, presidente la Sociedad Argentina de Gastroenterología—. Aunque se debería considerar que el germen tiene variedades: en Japón, es muy común encontrar el factor VacA en los análisis de los pacientes con úlceras". Por lo tanto, "cualquier vacuna que llegue a estar disponible no servirá para todas las enfermedades asociadas a la bacteria".

Por ahora, la mejor opción para contrarrestar a la bacteria es la administración de dos antibióticos con un inhibidor de secreción de ácido entre siete y catorce días. Según Corti, que es jefe de la Unidad Esófago y Estómago del Hospital Udaondo, "el 90% de los pacientes con úlceras pueden curarse y en un alto porcentaje el desorden no reaparece".