Este artículo cuando lo leí me pareció no solamente una historia muy bien contado, sino una situación que puede ser habitual en nuestro ámbito de trabajo y que leyendo la forma en que lo resolvió esta enfermera que lo escribe , nos puede servir no solo en el caso de tener una situación similar, sino también para repensar nuestro quehacer cotidiano
Dice esta enfermera que llega a tomar su guardia en el turno nocturno, y dentro de los pacientes asignados tenia un señor mayor que no hacia esfuerzos por ocultar lo que pensaba de enfermería.
Tenia una actitud que mostraba que para él los enfermeros eran ciudadanos de segunda que debían ser capaces de anticiparse a cada una de sus necesidades.
Durante el pase de guardia se lo podía escuchar gritando "quiero ver un doctor, quiero ver un doctor!!"
La enfermera que le pasaba la guardia le contó que habían sido inútiles los intentos de hablar con él porque solo quería ver un doctor..
Cuando termina de pasar la guardia, y con mucha suavidad le pregunta en que lo puede ayudar.
El señor le pregunta si es un medico y cuando le contesta que no le dice "Ah, Ud. Es solamente una enfermera y yo quiero hablar con un doctor".
El primer impulso de ella fue decirle "Muy bien voy a llamar al doctor", pero algo la hizo quedarse y en lugar de responder esto le dijo:
"Señor, no soy solamente una enfermera, soy LA enfermera, la que lo va a ayudar a poner y sacar la chata durante la noche, la que dará la medicación para el dolor, así como los remedios para la infección, soy la enfermera que va a mirar el monitor y asegurarme que su corazón lata en el ritmo correcto. Soy la enfermera que le controlara la tensión arterial y le voy a dar la medicación necesaria en caso de que este muy alta. Le alcanzare agua en caso que tenga sed, y puede ser que me acerque a conversar y sostenerle la mano solamente porque se siente solo por estar en un Hospital. Soy la enfermera que coordinare el laboratorio y los estudios de rayos en el mismo momento para que no lo tengan que despertar mas de una vez. También si me lo pide podré llamar a su esposa en la mitad de la noche para que le diga los que Ud. Quiera No soy solamente una enfermera, soy LA enfermera, soy SU enfermera" respirando profundo le dijo: "Ahora, en que lo puedo ayudar"
La historia termina con muy buenos resultados con este anciano, y cuando su mujer vino a la mañana siguiente y ella dejaba su guardia, se la presento y le dijo "Esta es la maravillosa enfermera que me cuido toda la noche"
Nota: No sé si será infalible con todos los pacientes, pero vale la pena probar
Artículo comentado por la Lic. Ana Quiroga, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Enfermería.