Las complicaciones motoras son las principales fuentes de incapacidad para los pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada. Las terapias quirúrgicas proporcionan beneficios a algunos de estos pacientes, pero estos tratamientos son costosos y están asociados con efectos adversos.

Recientes investigaciones indican que las complicaciones motoras están asociadas con una estimulación pulsátil intermitente anormal de los receptores de dopamina denervados, cuando se utilizan agentes dopaminérgicos de acción corta, como la levodopa.

Estudios retrospectivos sugieren que el uso de terapias dopaminérgicas continuas de una acción más larga, podrían mejorar tanto las fluctuaciones motoras como la discinesia.

Un reciente estudio prospectivo a largo plazo (4 años), comparó pacientes seleccionados de manera randomizada para recibir una infusión subcutánea de lisurida agonista de la dopamina y una terapia convencional con levodopa oral y agonistas de la dopamina.

Los investigadores demostraron que los pacientes que recibieron infusiones de lisurida experimentaron una reducción significativa en las fluctuaciones motoras y en la discinesia, comparados con los pacientes que recibieron terapias dopaminérgicas estándar.

Los beneficios persistieron durante los 4 años de duración del estudio. Los puntajes medios de la Escala de Clasificación de la Enfermedad de Parkinson Unificada en los estados de 'ON' y 'OFF' no variaron significativamente entre el inicio y a los 4 años para los pacientes que recibieron lisurida, pero se deterioraron en pacientes tratados con levodopa.

Este estudio indica que la infusión continua con lisurida podría ser beneficiosa para los pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada y revertir las fluctuaciones motoras y discinesia establecidas.