En "The New England Journal of Medicine" se publica un trabajo de investigadores de la Universidad de Utah (Estados Unidos), que han comparado el efecto del sulfato de magnesio frente al antagonista del calcio nimodipino en un grupo de 1.650 gestantes con preeclampsia.
Los resultados muestran que las tratadas con el antagonista del calcio presentan tres veces más riesgo de experimentar crisis que las tratadas con el sulfato de magnesio, aunque las probabilidades de dar a luz un hijo sano fueron las mismas para ambos grupos.