Mujer de 40 años de edad que consulta a su médico de cabecera por un cuadro de 6 semanas de evolución caracterizado por dispepsia, meteorismo abdominal y molestia mesoepigástrica con irradiación hacia el medio de la espalda y con exacerbación al comer. Había perdido alrededor de 4.5 Kg en esas 6 semanas, pero sin presentar náuseas, vómitos o diarrea.
Al examen físico presentaba el aspecto de una mujer bien desarrollada y sana. A nivel abdominal se palpó una masa móvil, indolora, de 8 cm, en la región epigástrica. Los exámenes de laboratorio fueron normales. Una tomografía computada de abdomen mostró una masa sólida bien definida, heterogénea, que medía 6.0 x 5.3 x 8.0 cm (Figura 1).
· FIGURA 1: Tomografía computada de abdomen que muestra una masa sólida, bien definida, heterogénea, de 6.0 x 5.3 x 8.0 cm.
La masa presentaba áreas definidas de hipoatenuación compatibles con un quiste o cambios necróticos. Parecía originarse del cuello pancreático y extenderse por debajo de la bifurcación aórtica. Había un significativo efecto de masa sobre el intestino y la vena esplénica por arriba y sobre la vena mesentérica superior por debajo. No había evidencias de compromiso vascular o invasión, con preservación del tejido graso que rodeaba a la arteria mesentérica superior.Una arteriografía visceral reveló un tronco celíaco normal y una arteria mesentérica superior con lleno retrógrado por la arteria gastroduodenal; se evidenció también un estrechamiento por compresión extrínseca de la vena mesentérica superior así como un importante desarrollo de colaterales venosas gastroepiploicas y periportales.
En la laparotomía exploradora la masa parecía proceder desde debajo del cuello del páncreas, que fue fácilmente disecado de la misma, notándose que ésta tenía su origen en la superficie lateral izquierda de la vena mesentérica superior. Después del control proximal y distal de la vena se resecó el segmento afectado reconstruyéndose con parche de vena safena el defecto así creado. La evolución postoperatoria fue satisfactoria, sin complicaciones.
El examen patológico de la lesión reveló un leiomiosarcoma grado 3/3, con necrosis focal y hemorragia (Figura 2). Un segmento de la vena mesentérica superior también demostró estar comprometido por el leiomiosarcoma; 5 ganglios linfáticos fueron negativos
· FIGURA 2: magnificación con bajo poder de la vena mesentérica superior normal (V) y del sarcoma (T) mostrando lesión celular en huso. Con alto poder se observa pleomorfismo y atipía celular.
Después de su recuperación postoperatoria, la paciente recibió un curso de terapia radiante externa (5040 cGy). Al sexto mes de seguimiento se detectó una metástasis hepática solitaria en el lóbulo derecho, practicándosele una lobectomía derecha; la anatomía patológica confirmó que era una metástasis de leiomiosarcoma. En la actualidad, a 12 meses de la primitiva cirugía, permanece libre de enfermedad.
Artículo comentado por el Dr. Rodolfo Altrudi, editor responsable de IntraMed en la especialidad Cirugía General.