En el estudio, 14 pacientes con lupus que no habían respondida a la terapia convencional fueron sometidos cuatro días a altas dosis de ciclofosfamida intravenosa. Tras un período medio de seguimiento de 2,5 años, 5 pacientes experimentaron respuestas completas y 3 de estos estuvieron libres de la enfermedad tras haber abandonado el tratamiento. Seis enfermos experimentaron respuestas parciales y pasaron a recibir dosis más bajas de los fármacos inmunosupresores que se habían mostrado inefectivos en el pasado. Dos pacientes no respondieron a la terapia y uno experimentó respuesta parcial pero desarrolló enfermedad renal.
Según los autores, estudios anteriores han mostrado que en algunas enfermedades autoinmunes se ha observado que las altas dosis de ciclofosfamida ayudan a controlarlas. La idea es destruir las células inmunitarias que atacan al propio organismo, sin afectar a las células madre que dan lugar a nuevas células inmunes, pues se sabe que las células madre son resistentes a las altas dosis del fármaco.
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Johns Hopkins University
http://www.jhu.edu/
Arthritis & Rheumatism
http://www.interscience.wiley.com/j