Científicos de la University of Virgina School of Medicine (Estados Unidos) publican en la edición electrónica de "Nature Medicine" haber descubierto un papel de las plaquetas como factor contribuyente al desarrollo de aterosclerosis.
Experimentando con ratones han observado por primera vez que las plaquetas activadas no son tan sólo un marcador del proceso aterosclerótico, sino que participan en él.
"Estas plaquetas son como bombas programadas en el torrente sanguíneo -escribe el Dr. Klaus Ley-. Esperamos poder desarrollar fármacos antiplaquetarios que limiten su activación, lo que podría ser una medida preventiva efectiva y beneficiosa contra el infarto de miocardio. Este descubrimiento puede traducirse en mejores terapias para limitar esta enfermedad tan prevalente".
En su experimento, inyectaron plaquetas activadas a ratones manipulados genéticamente para desarrollar elevados niveles de colesterol y estudiaron la interacción con células endoteliales de la aorta humana. Observaron que las plaquetas activadas son capaces de depositar factores proinflamatorios –quimocinas- sobre los monocitos y la pared de los vasos, lo que constituye un elemento clave en la formación de lesiones ateroscleróticas. En la investigación también se ha observado que una proteína llamada selectina plaquetaria P es indispensable para la interacción de las plaquetas en la formación de dichas lesiones.