Hasta ahora se había creído que el procesamiento de las señales visuales era secuencial y que su complejidad no iba aumentando a medida que se iba pasando información visual del ojo al cerebro y, dentro del cerebro, de regiones inferiores a superiores en la corteza cerebral, con poca o ninguna retroalimentación a las regiones inferiores. Los autores del nuevo trabajo demuestran que, al menos para la detección visual del movimiento, este patrón no es real.
Para ello, emplearon enfriamiento, lo que permitió desactivar parte de un cerebro de gato, llamado sulcus pMS, una región superior de la corteza visual que procesa el movimiento. Mientras se iban presentando imágenes en movimiento a estos gatos, los investigadores fueron midiendo la actividad en el área 18, una zona inferior de la corteza visual que recibe retroalimentación del sulcus pMS. La desactivación de esta zona suprimía la representación del movimiento en el área 18, tal como se vio mediante la actividad eléctrica en dicha región. Estos resultados indican que el procesamiento visual es más complicado que los que se creyó previamente y que el daño de las áreas visuales superiores, como podría resultar de un infarto o trauma, puede poseer profundos efectos en la percepción visual.
Webs Relacionadas
Proceedings of the National Academy of Sciences
http://www.pnas.org/
Max Planck Institutes
http://www.mpg.de/