Manejo de las crisis hipertensivas

Documento del Consenso de la Sociedad Chilena de Hipertensión Arterial

Recomendaciones de la Sociedad Chilena de Hipertensión Arterial respondiendo a la necesidad de enfatizar los diagnósticos.

Autor/a: Dres. Valdes S, Gloria y Roessler B, Emilio

Fuente: Rev. méd. Chile, mar. 2002, vol.130, no.3, p.322-331.

Indice
1. Desarrollo
2. Fisiopatología de las crisis hipertensivas
3. Arsenal terapéutico recomendado
4. Antihipertensivos
5. Manejo en un servicio de urgencia de la hipertensión severa no complicada
6. Conclusión
7. Bibliografía

Definiciones
Crisis Hipertensiva

Es la situación clínica derivada de un alza de la presión arterial que obliga a un manejo eficiente, rápido y vigilado de la presión arterial, ya sea por los riesgos que implican las cifras tensionales por si mismas, o por su asociación a una condición clínica subyacente que se agrava con ascensos discretos de la presión arterial. Estas definiciones se basan en diferencias conceptuales sobre el riesgo que la hipertensión arterial representa para el paciente en su contexto clínico, y no en las cifras tensionales.

Se pueden distinguir:
Emergencia Hipertensiva

Es la situación clínica en que la PA es de tal magnitud o, las circunstancias en las que la hipertensión se presenta son de tales características que la vida del paciente o la integridad de sus órganos vitales están amenazadas, lo que obliga a su control inmediato en minutos u horas

Urgencia Hipertensiva

Es la situación clínica en la que los riesgos de la PA elevada obligan a que sea controlada en forma rápida, en días, no siendo necesario hacerlo en forma inmediata.

No constituye crisis hipertensiva la hipertensión arterial grado III aislada, que se define como el hallazgo de cifras tensionales elevadas, PA diastólica (PAD) >110 mm Hg y <130 mm Hg, sin síntomas y sin amenaza de daño rápidamente progresivo de órganos blanco.La mayoría de las hipertensiones diastólicas >120 mm Hg atendidas en los Servicios de Urgencia equivalen a consultas por hipertensión no diagnosticada o inadecuadamente manejada, lo que ha convertido a los Servicios de Urgencia en un lugar de detección y consulta para hipertensos mal controlados.

Por esta razón, se debe insistir en lo peligrosa que es la práctica frecuente en algunos Servicios de Urgencia de considerar como una urgencia o emergencia a cualquier cifra de PA sistólica (PAS) <180 mm Hg o PAD >130 mm Hg, en pacientes asintomáticos o con molestias inespecíficas. Estos pacientes son habitualmente portadores de hipertensión severa previa, por lo que la repercusión cardiovascular (arterioloesclerosis e hipertrofia ventricular) les otorga mayor resistencia a la elevación tensional. Por otro lado, la autorregulación de su circulación cerebral se encuentra desplazada a la derecha, con lo que los descensos bruscos de la PA-inocuos en un hipertenso reciente- pueden provocar hipoperfusión cerebral en un hipertenso crónico.

Frecuentemente, en estos casos, lo que motiva la consulta al Servicio de Urgencia es la causa de la hipertensión arterial y no una complicación de la hipertensión. Es así como una epistaxis, el síndrome vertiginoso y patologías asociadas a dolor intenso y/o a ansiedad son capaces de producir aumentos de la PA en normotensos, y exacerbar la hipertensión de base en hipertensos establecidos.Existen, por otro lado, situaciones que elevan la PA como mecanismo compensador, y en las cuales la reducción de la PA puede agravar la alteración primaria, como la isquemia coronaria, el accidente vascular oclusivo y la isquemia placentaria.

Además del contexto clínico en que se presenta el aumento de la PA es necesario considerar que la crisis hipertensiva genera diversas cascadas de mecanismos fisiopatológicos que, en tiempo muy breve exacerban el aumento de la PA y la repercusión en los parénquimas nobles.

Resumen objetivo y comentario: Dra. Marta Papponetti. Especialista en Medicina Interna. Docente Autorizada de la Universidad de Buenos Aires.