Hay un tipo, vayan con cuidado y tápense -si pueden- las orejas, que suena en las radios cantando "de cuando estuve loco aún conservo / el carné de majara en la cartera". No contento con ello, este reincidente en lo de cantar peligrosos textos sobre sentimientos y contradicciones añade: "De cuando estuve loco aún conservo / un par de gramos de delirio en rama, / por si atacan con su razón los cuerdos". No pierdan la cordura e intenten resistirse al delirio de semejante individuo, que también utiliza una canción para contarnos que África "se desangra y peregrina en patera". Es un personaje anacrónico, para quien la ética es la única estética posible en esta economía global que nos individualiza cada vez más.
Casi 37 años después de publicar su primer disco, y con una obra que ha hecho de él un cantautor de referencia, Joan Manuel Serrat lanza, el 7 de octubre, su nuevo trabajo discográfico. Luce un título tan contundente como las 11 canciones que contiene: "Versos en la boca". No es un disco para pazguatos ni acorde con los nuevos tiempos de euforias musicales cantarinas, diseñadas como operaciones triunfo donde la inmediatez deviene obviedad. Se trata de un disco esencialmente acústico, que nos devuelve a un Serrat en estado puro, dotado de la prodigiosa capacidad de ser cronista de su tiempo y de esas crisis humanas decididamente intemporales. Con "Versos en la boca", trabajo con el que reanuda su colaboración con el músico y arreglista Ricard Miralles, con quien grabó clásicos como "Cançó de matinada" y "Homenaje a Antonio Machado", Serrat reaparece tras un año obligadamente sabático.
Una leve cardiopatía sufrida tras el ensayo del concierto -junto a Joaquín Sabina y otros- en homenaje al músico, amigo y colaborador Josep Maria Bardagí, fallecido en febrero de 2001, le obligó a minimizar sus actividades. "Versos en la boca" supone su regreso y el pórtico de una dilatada gira, que a partir del 22 de octubre le llevará por toda España y países latinoamericanos. La autoría de los 11 temas es propia y en algunas canciones está compartida. Aparte de "De cuando estuve loco", en colaboración con Tito Muñoz, y que se ha convertido en estandarte promocional, el CD ofrece los siguientes títulos: "Es caprichoso el azar" (a dúo con la artista israelí Noa), "La mala racha" (sobre un cuento del escritor uruguayo Eduardo Galeano), "Señor de la noche" (sobre un poema de Luis García Montero), "Así en la guerra como en los celos", "Muñeca rusa" (Matryshka), "Sin piedad", "La bella y el metro", "África", "Los recuerdos" y "Qué sería de mí".