Tendencia

La Argentina está importando pacientes y exportando salud

Muchos extranjeros vienen a hacer tratamientos. La medicina argentina, que siempre tuvo prestigio, ahora cuesta hasta 10 veces menos que en el exterior.

La medicina argentina siempre tuvo un alto prestigio. Los vaivenes monetarios simplemente hacen accesibles para pacientes extranjeros terapias de alta complejidad en las cuales los médicos argentinos tienen amplia experiencia.

La diferencia de precios respecto al exterior es hasta de de 10 a 1. Por eso se perfila la posibilidad de que un recurso que siempre tuvo calidad en Argentina, pueda producir un valioso producto de exportación: la salud.

Ya hay claras señales de esta tendencia, pero es difícil que las instituciones declaren el número de pacientes que la confirmarían. Varias asociaciones médicas dijeron a Clarín que "no tienen datos". Clarín se basó, en Buenos Aires, en la información proporcionada por dos fundaciones sin fines de lucro que realizan tratamientos de alta complejidad. En el interior, las cifras fueron provistas por instituciones o profesionales del sector privado, ya que se refieren a tratamientos que el sector público no siempre atiende.

Las instituciones aquí mencionadas no son las únicas donde se registra este fenómeno de "importación de pacientes y exportación de salud": son citadas como muestra de esta tendencia que se afianza.

En Buenos Aires

Hay varias instituciones de punta que hacen tratamientos de alta complejidad. La Fundación Favaloro y el Fleni son dos de ellas.

Fundación Favaloro. En los últimos meses creció la demanda extranjera de atención de enfermedades cardíacas. Los médicos subrayan que no es un fenómeno oportunista: la Fundación Favaloro siempre recibió pacientes desde el exterior. Pero nunca tantos como ahora: llegaron 20 pacientes de alta complejidad desde mayo hasta ahora, y hay permanentes consultas del exterior. Tanto es así que debieron elaborar un programa para recibir a estos pacientes, provenientes de América latina (Paraguay, Bolivia, Perú, Uruguay, Chile, Colombia, Brasil, Ecuador) y ahora también están recibiendo consultas desde países más lejanos, como Suecia y Eslovenia.

"Desde principios de año la demanda de pacientes del exterior creció notablemente. Sólo desde mayo vinieron 20 pacientes del exterior. Y además con una gran variedad de pedidos, desde cirugías, tratamientos con cateterismo, estudios electrofisiológicos, evaluaciones de trasplantes", dice el doctor Martin Bond, cardiólogo de la Fundación Favaloro.

Instituto Fleni. La Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia fue fundada en 1959. Sólo por la radiocirugía con gamma knife (una técnica para tratar tumores sin abrir el cráneo), han recibido consultas desde lugares tan diversos como Jamaica, Costa Rica, Estados Unidos, Europa Oriental y Rusia. Desde hace un año Fleni habilitó un predio de 30 hectáreas en Escobar dedicado a la rehabilitación neurológica. Desde enero a la fecha, el 11% de los pacientes atendidos en Escobar fueron pacientes extranjeros.

"Tratamos de hacer mucha difusión. Es increíble que a Fleni lo conozcan en Chile, y aquí no. Marketing científico ya tiene de sobra, permanentemente es mencionado en las revistas especializadas", dice Enrique Camerlinckx, quien se encarga del marketing y las relaciones institucionales de Fleni.

Las raíces profundas del fenómeno

"El nivel médico argentino mantiene su estándar, a pesar de todas las dificultades" —explica el neurólogo Jorge Leston, de la Sociedad Neurológica Argentina—. El médico argentino es reconocido fuera de sus fronteras. Tiene una formación médica basada en una escuela seria, responsable, no sólo en Buenos Aires: en Rosario, en la Universidad de Córdoba, en la del Litoral, en la de La Plata, en Tucumán, en Mendoza. Hay organizaciones como la Fundación Balseiro, que se ocupa de Física y Matemática. La Argentina ha tenido desde el punto de vista educacional un sólido basamento. Por eso mantiene su nivel a cualquier precio. La juventud argentina es digna de mencionar por los sacrificios que realiza para capacitarse en las actuales condiciones económicas. Se dedican intensamente a formarse. Se depreció el peso, pero no nuestras cabezas."