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Fístula torácica

Se expone un caso clínico de un paciente de 14 años con una fístula torácica de origen micótico.

Autor/a: Dres. Prince LJ, Baerg J, Janner D

Fuente: Pediatr Infect Dis J 2002 Oct;21(10):986, 990-1

Indice
1. Desarrollo
2. ¿Cuál es su diagnóstico?

Una paciente de 14 años se presentó con una historia del 6 meses de celulitis de la pared torácoca y formación de una fístula. Ella había sido evaluado por linfoadenopatías cervicales bilaterales 1 año antes de esta visita por un otolaringólogo que realizó un amidalectomía. El examen histológico de las amígdalas removidas no fue realizado. Las adenopatías cervicales se informaron como múltiples, bilaterales, firmes, los ganglios cervicales anteriores, medían 2 centímetro de diámetro, sin eritema a su alrededor.
 
Seis meses antes de esta evaluación, la paciente notó una fístula en la pared  anterior del tórax que según informes recibidos produjo drenaje exudativo espeso. Fue vista por varios médicos y se trató con el cefalexina sin ninguna mejoría.
 
La paciente vivía en Riverside, CA, y no había viajado. No tenía ninguna exposición a animales, negó tener fiebre, sudores nocturnos, exantemas o tos. 
 
En el examen físico la paciente estaba alerta y no tóxica. La temperatura era 37°C, FC 91/min, frecuencia respiratoria 19/min, tensión arterial 114/63 mm Hg, altura 67 pulgadas y pesa 104 kg. La piel tenía buena turgencia sin exantemas. Las pupilas eran iguales y reactivas a la luz.. El examen de la retina era normal. La mucosa oral no reveló ninguna alteración o lesión. El examen del cuello reveló un ganglio derecho agrandado de 4 centímetro de diámetro y uno izquierdo de 3 centímetro de diámetro.

Los ganglios eran duros y firmes. Había ganglios cervicales bilaterales pequeños múltiples palpables. Presentaba también un ganglio supraclavicular izquierdo de 2 centímetro de diámetro. El examen del corazón y pulmones era normal. El abdomen era blando sin agrandamiento del hígado o del bazo. El examen de neurológico también era normal. La pared torácica antero-superior, en la línea medioclavicular, mostraba un área de ulceración de 5 centímetros de largo y 2 centímetro ancho, con una apertura de 5 mm, que en el momento no drenaba material. 
 
Pruebas del laboratorio: GB. 11 900/mm3 con 54%  neutrófilos segmentados, 37% linfocitos, 5% monocitos y 4% eosinófilos. La hemoglobina era 10.6 g/dl y las plaquetas de 366 000/mm3. La eritrosedimentación era de 37/mm/h; orina normal. Las inmunoglobulinas eran: IgG 1890 mg/dl, IgM 260 mg/dl e IgA 340 mg/dl. La tomografía de cuello y tórax reveló linfoadenopatías cervicales difusas y supraclavicular con una fístula que se extienden a la pared anterior del tórax. Parénquima sin signos de infiltración o consolidación focal. El examen histológico de ganglio supraclavicular reveló el diagnóstico.

Artículo comentado por el Dr. Edgardo Checcacchi, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Pediatría.