El bypass gástrico en "Y" de Roux (Figura 1) se asocia con una pérdida de 2/3 partes del exceso de peso (o 1/3 del peso total) dentro de los 2 años de realizada la cirugía. Se ha demostrado que es más efectivo que otros tipos de procedimientos gastroplásticos, incluyendo la gastroplastia con bandeo vertical (Figura 2).
En los paciente superobesos, con un índice de masa corporal > de 50 kg/m2 se ha comprobado que tienen una importante pérdida de peso con una rama de Roux de 150 cm, llamando al procedimiento bypass gástrico con rama larga.
La tasa de mortalidad de la cirugía de bypass gástrico es, en promedio, del 1%, siendo más alta en los pacientes masivamente obesos, especialmente en aquellos con síndrome de hipoventilación. El bypass en "Y" de Roux puede asociarse con anemia por deficiencia de hierro, deficiencia de vitamina B12 y del calcio; sin embargo, esto puede generalmente prevenirse con suplementos profilácticos.
Todas las operaciones para la obesidad puede hacerse en la actualidad por vía laparoscópica, lo que ha incrementado la aceptación de los pacientes. La FDA (Food and Drug Administration) ha aprobado recientemente el implante laparoscópico de una banda gástrica de silicona ajustable, que actúa como una gastroplastia.
Hemos encontrado que este dispositivo fue inadecuado para lograr reducción del peso en la mayoría de los pacientes en quienes lo aplicamos, especialmente en aquellos afro-americanos. Además, se asoció con problemas por dilatación esofágica, disfagia y deslizamiento de la banda. La erosión gástrica por la banda ocurrió en alrededor del 2% de los pacientes.
Una operación que ha incrementado su popularidad es el bypass parcial biliopancreático con sutura duodenal. Esta cirugía se puede asociar con malnutrición proteica, deficiencia de calcio y deficiencia de las vitaminas liposolubles (A, D, E y posiblemente K). No hay estudios prospectivos, randomizados que comparen este procedimiento con el bypass de rama larga, sin embargo, quienes lo proponen creen que se logra una mejor y más prolongada pérdida de peso.
La disminución de peso quirúrgicamente inducida se asocia con mejoras significativas de las co-morbilidades de la obesidad, generalmente a los pocos meses de la operación. La apnea del sueño disminuye o desaparece por lo que la mayoría de los pacientes dejan de usar la vía aérea nasal con presión positiva. La corrección de la hipoventilación se asocia con normalización de los gases en sangre arterial y mejores presiones de llenado cardíaco.
La diabetes tipo II se resuelve en el 85% al 90% de los pacientes y la hipertensión sistémica en el 66% al 75%. El reflujo ácido desaparece en la mayoría de los enfermos con bypass gástrico, pero puede agravarse en aquellos con gastroplastia o bandeo gástrico. La incontinencia urinaria se resuelve en el 95% de los casos.
El colesterol de baja densidad cae y el de alta densidad aumenta. Los seudotumores cerebrales se resuelven en el 90% de los pacientes al disminuir la presión del líquido cefaloraquídeo. La mayoría de las úlceras venosas de estasis curan. El balance de las hormonas sexuales femeninas mejora y mujeres previamente infértiles pueden concebir. La enfermedad articular degenerativa en espalda, caderas, rodillas y pies puede mejorar pero a menudo no se resuelve porque el cartílago ya suele estar muy dañado antes de la cirugía.
La mejoría de las co-morbilidades permanece tanto como dura la pérdida del peso. El re-aumento ponderal se ve en aproximadamente el 15% de los pacientes y puede asociarse con la recurrencia de la co-morbilidad. Los enfermos que corrigen su diabetes e hipertensión arterial pierden más peso que aquellos que no.
El estudio sueco de la obesidad (SOS: Swedish Obesity Study) demostró mejoría en el tiempo libre de enfermedad, en la calidad de vida, en la diabetes y en la hipertensión de los pacientes tratados quirúrgicamente, en comparación con aquellos tratados en clínicas médicas comunitarias. Las mejoras en diabetes (47%) e hipertensión (42%) fueron menores que en los estudios norteamericanos. El SOS encontró que la recurrencia de la hipertensión con el re-aumento de peso a los 7 años de la cirugía no se vio en aquellos a los que se le efectuó bypass gástrico.
Artículo comentado por el Dr. Rodolfo Altrudi, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Cirugía General.