Objetivo:
Determinar si la iridoplastía periférica con láser argón (ALPI) es tan efectiva y segura como las medicaciones sistémicas tradicionales en el tratamiento del glaucoma de ángulo cerrado primario agudo (PACG), cuando la inmediata iridotomía periférica con láser no es posible o segura.
Diseño:
Estudio prospectivo, randomizado y controlado
Participantes:
Se reclutaron setenta y tres ojos de 64 pacientes consecutivos con una primer presentación de PACG agudo y con niveles de presión intraocular (IOP) de 40 mmHg o más.
Intervención:
El ojo con PACG agudo de cada paciente recibió pilocarpina tópica (4%) y timolol tópico (0.5%). Los pacientes fueron posteriormente randomizados para participar de dos grupos de tratamiento.
El grupo ALPI recibió una ALPI inmediata bajo anestesia tópica. El grupo de tratamiento médico recibió 500 mg de acetazolamida endovenosa, seguido de 250 mg de acetazolamida oral 4 veces por día y un complemento de potasio oral hasta que los niveles de la IOP se normalizaron.
También se administró manitol endovenoso al último grupo cuando presentaban una IOP mayor de 60 mmHg. Los ojo con PACG agudo de ambos grupos continuaron recibiendo pilocarpina tópica (1%) hasta que pudo realizarse la iridotomía periférica.
Principales resultados a medir:
Se buco en primer termino el perfil de presión intraocular, claridad corneana, síntomas, agudeza visual, estado del ángulo por gonioscopía de indentación y complicaciones del tratamiento.
Resultados:
Un total de 33 ojos con PACG agudo de 32 pacientes fueron seleccionados de manera randomizada para recibir una ALPI inmediata, mientras que 40 ojos con PACG agudo de 32 pacientes fueron sometidos a una terapia medica sistémica convencional. Ambos grupos de tratamiento fueron agrupados por edad, duración del ataque e IOP en el momento de la presentación.
El grupo tratado con ALPI mostró menores niveles de IOP que el grupo tratado médicamente a los 15 minutos, 30 minutos y 1 hora luego de comenzado el tratamiento. Las diferencias fueron estadísticamente significativas.
La diferencia en los niveles de IOP dejaron de ser estadísticamente significativas a partir de las 2 horas. La duración del ataque no afectó la eficacia de la ALPI en reducir la IOP en el PACG agudo. No ocurrieron complicaciones serias con el uso del láser, al menos en el periodo temprano posterior a la intervención.
Conclusiones:
La iridoplastía periférica con láser argón es significativamente más efectiva que los medicamentos sistémicos convencionales para reducir los niveles de IOP en el PACG agudo, en ojos que no son considerados adecuados para recibir una iridotomía periférica con láser inmediata dentro de las primeras 2 horas desde el inicio del tratamiento.
La iridoplastía periférica con láser argón es una alternativa efectiva y segura a los medicamentos sistémicos convencionales en el manejo del PACG agudo que no puede ser tratado con una inmediata iridotomía periférica con láser.