Los profesionales distinguidos son miembros de un equipo interdisciplinario del Hospital de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garrahan que se hicieron merecedores por el trabajo "Homoinjertos en posición pulmonar. Complicaciones posteriores al año del implante ". Los autores son los doctores Carlos Fernando Rosental (cardiólogo infatil), Horacio Vogelfang (cirujano cardiovascular), Oscar Schwint (patólogo), Diego Micheli (cardiólogo), Alejandra Mori (cardióloga) y Horacio Capelli (cardiólogo).
Se trata de un estudio que refleja los resultados obtenidos en la utilización de válvulas cardíacas humanas criopreservadas para la corrección quirúrgica de malformaciones cardíacas congénitas y colocan al Hospital Garrahan a la altura de los centros más prestigiosos del mundo.
Entre Marzo de 1991 y Marzo de 2001, en el Hospital de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garrahan se colocaron 79 homoinjertos en posición subpulmonar que tuvieron un seguimiento de más de 12 meses y sus resultados revelaron que, en la mayoría de los casos, la evolución fue satisfactoria: sólo el 11 % de los pacientes requirió recambio de la arteria originalmente implantada en un período medio de 5 años, sin mortalidad operatoria.
En el 90 % de los pacientes trasplantados, las válvulas tuvieron un funcionamiento satisfactorio. En la mayoría de los casos pueden llevar una vida absolutamente normal y se observó una incidencia de infección del 1%.
Este tipo de homoinjertos criopreservados se utiliza para conectar el corazón con las arterias pulmonares en niños que nacieron con defectos en esa conexión. En la actualidad, se utilizan de manera rutinaria para corrección de Tetralogía de Fallot, atresia pulmonar con comunicación interventricular y tronco arterioso, entre otras cardiopatías.
La edad promedio de los 79 pacientes estudiados fue de 4 años y el peso medio de 15 kilogramos. El paciente más pequeño tenía 22 días de vida y 1,600 kg cuando recibió el trasplante de válvula.
Una de las ventajas de los homoinjertos respecto de otro tipo de prótesis es que se evita la necesidad de anticoagulación, y de esta manera la incidencia de complicaciones trombóticas y hemorrágicas, permitiendo al paciente llevar una vida normal.
Los resultados revelan que el nivel alcanzado en el Garrahan con esta técnica de preservación de tejidos humanos, es comparable a los de otros centros internacionales.
El Banco de Homoinjertos funciona en el Hospital desde 1996. Allí se procesan y almacenan las válvulas y arterias (a temperaturas de 140º bajo cero) para posibilitar su trasplante aun años después de haber sido obtenidas de corazones de donantes cadavéricos. Se comporta como prestador para los servicios de cirugía cardiovascular de todo el país y para el sector público lo hace de manera absolutamente gratuita. Más de 500 corazones cadavéricos fueron donados y sus válvulas y arterias procesadas.
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