El estudio del gusano Caenorhabditis elegans ha permitido desde hace años conocer mejor el funcionamiento del ser humano. No es de extrañar que el Premio Nobel de Medicina 2002 haya ido a parar a manos de científicos que han dedicado su carrera a estudiar este nemátodo.
Una nueva investigación, publicada en el último número de "Nature", confirma la importancia que tiene el C. Elegans en la investigación biológica. Científicos de la Rutgers University y del Albert Einstein College of Medicine (Estados Unidos) han estudiado el gusano buscando los mecanismos moleculares del envejecimiento y creen haber encontrado algo parecido a "la fuente de la eterna juventud".
En los tejidos musculares del animal se centraron en una enfermedad relacionada con el envejecimiento llamada sarcopenia, caracterizada por una progresiva pérdida de masa muscular y fuerza a lo largo del tiempo. Los análisis genéticos muestran que una enzima específica, la age–1/PI3 cinasa, desempeña un importante papel en el deterioro muscular. Ya se sabía que gusanos manipulados para carecer de esta enzima viven más tiempo, pero ahora se ha comprobado que es imprescindible la presencia de la misma para que se produzca ese deterioro muscular asociado a la edad.
Los autores opinan que el análisis de los genes responsables de la sarcopenia en el C. Elegans pueden ayudar a resolver importantes cuestiones sobre los mecanismos moleculares de la sarcopenia humana.
En última instancia, el descubrimiento podría ayudar a encontrar formas de prolongar la vida del ser humano, extendiendo el período de salud y retrasando algunos aspectos del envejecimiento, afirman.
Nature 2002;419:808-814
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Rutgers University
Albert Einstein College of Medicine
Comunicado de la Rutgers University