El Dr. Piot señaló que esta región, que cuenta con más de la mitad de la población mundial, debe abordar el sida como un problema de urgencia regional. La enfermedad se ha propagado ya a más de 6 millones de personas a lo largo del continente asiático.

"Si no se hace frente a la epidemia ahora, cuando todavía es controlable, tendrá efectos de gran alcance, como desestabilización de las sociedades y menoscabo de la productividad", añadió.

En este sentido, destacó que las empresas privadas pueden desempeñar un papel clave en la contención de la propagación del sida porque pueden proteger a sus empleados contra el VIH por medio de la educación en el lugar de trabajo, el desarrollo de políticas no discriminatorias y el suministro de atención para los trabajadores infectados en los países que carecen de infraestructura sanitaria.

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