Escriben que el ejercicio aeróbico y trabajar con pesas en el gimnasio no sólo ayuda a controlar los niveles de glucosa y a reducir las cifras tensionales, sino que también proporciona beneficios cardiovasculares. Además, reduce la grasa abdominal y total, lo cual mejora la sensibilidad a la insulina, la presión arterial y la función endotelial.
Los autores publican una revisión de estudios realizados entre 1985 y 2002 en el campo de la diabetes tipo 2, la hipertensión y la práctica de ejercicio. Examinaron 235 artículos y concluyen que existe una fuerte evidencia de que la actividad física mejora la función de los vasos sanguíneos y del ventrículo izquierdo. También mejora la rigidez de los vasos, la inflamación y el tamaño del corazón, aunque en estos casos la evidencia es algo más débil, tal vez debido a la menor cantidad de estudios realizados al respecto.
Webs Relacionadas
Johns Hopkins University
http://www.jhu.edu/
JAMA
http://jama.ama-assn.org/