Insuficiencia cardíaca crónica

Guias para el Tratamiento Farmacológico de la Insuficiencia Cardiaca

El tratamiento farmacológico debe ser orientado a obtener alivio sintomático, mantener estabilidad clínica y mejorar la sobrevida.

Autor/a: Dr. Hugo Grancelli

Indice
1. Desarrollo
2. Interferencia del Sistema Renina-Angiotensina
3. Interferencia del Sistema Simpático
4. Otros tratamientos
5. Programas de Manejo en la Insuficiencia Cardíaca
6. Bibliografía

Interferencia Neurohormonal:

La estrategia terapéutica en cada paciente debe establecerse de acuerdo a la selección y combinación de fármacos más eficaces para alcanzar estos objetivos, que pueden variar significativamente de acuerdo a la etapa evolutiva de la enfermedad, priorizando una mejoría de los síntomas y de la estabilidad y evitar las complicaciones en los estadíos avanzados de la insuficiencia cardíaca, o disminuir el proceso de remodelado y deterioro de la función ventricular, retrasar la progresión a la insuficiencia cardíaca clínica y mejorar el pronóstico alejado en los pacientes con disfunción ventricular asintomática.

De acuerdo al modelo fisiopatológico vigente, posterior a una lesión miocárdica inicial (daño primario) la activación neurohormonal favorece la estabilidad hemodinámica, pero su estímulo persistente induce cambios biológicos desfavorables con alteraciones en la expresión genética que conducen a un remodelado celular y ventricular patológico con deterioro progresivo de la función contráctil (daño miocárdico secundario) y progresión a la insuficiencia cardíaca clínica.

Los resultados de numerosos estudios experimentales y clínicos confirman que la interferencia farmacológica de la activación neurohormonal es efectiva para producir un efecto biológico favorable, capaz de prevenir la remodelación y el deterioro ventricular, y en forma congruente, producir una mejoría clínica y en el pronóstico de la enfermedad. Estas observaciones confirman el modelo fisiopatológico y sustentan la implementación de esta estrategia terapéutica para prevenir y tratar la insuficiencia cardíaca. 

Así, un importante cúmulo de evidencias demuestra que el mejor tratamiento posible en estas situaciones clínicas debe basarse en la interferencia  de la activación neurohormonal mediante el uso combinado de fármacos que inhiben los diferentes componentes del sistema renina-angiotensina-aldosterona  junto a la inhibición del sistema simpático con betabloqueantes, representando en su conjunto la primera línea de su terapéutica farmacológica actual.