Antecedentes:
La mayoría de los pacientes que padecen una enfermedad renal en estadío terminal (ESRD) son hipertensos. La hipertensión en la población de pacientes que reciben hemodiálisis es multifactorial. Además, la hipertensión está asociada con un aumento en el riesgo de padecer hipertrofia ventricular izquierda, enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardiaca congestiva, complicaciones cerebrovasculares y mortalidad.
Los medicamentos antihipertensivos administrados de manera aislada no controlan adecuadamente la presión arterial (BP) en los pacientes que reciben hemodiálisis. Existen, sin embargo, varias opciones terapéuticas disponibles para normalizar la BP en estos pacientes, generalmente sin necesidad de una terapia con drogas adicionales (por ejemplo, hemodiálisis lenta y prolongada; hemodiálisis diaria y corta; hemodiálisis nocturna o, la más efectiva, una restricción de sal y líquidos de la dieta en combinación con una reducción de la concentración del sodio dializado).
Las recomendaciones para mantener una BP óptima en aquellos pacientes que son dializados no son diferentes de las que se hacen para la población general, a pesar de que hasta la actualidad aún no existen evidencias definitivas publicadas. Las presiones sistólicas y diastólicas pre - diálisis son de particular importancia. La masa ventricular izquierda se correlaciona con la BP sistólica prediálisis.
La supervivencia es mayor en aquellos pacientes sometidos a hemodiálisis con una presión arterial media por debajo de 99 mm Hg, comparados con aquellos con una BP mayor. Una BP sistólica prediálisis baja (<110 mm Hg) y una BP diastólica prediálisis baja (<70 mm Hg) están asociadas con un aumento en la mortalidad, debido principalmente a una insuficiencia cardíaca congestiva severa o enfermedad arterial coronaria. Los pacientes que experimentan repetidos episodios de hipotensión intradiálisis también deben ser observados con cuidado y deben reevaluarse los valores de la BP anteriores a la diálisis.
Opciones de tratamiento:
Una posible opción de tratamiento para estos pacientes podría ser una hemodiálisis lenta y prolongada; hemodiálisis diaria de corta duración; o hemodiálisis nocturna. Entre los distintos agentes antihipertensivos actualmente disponibles, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ACE) parecen tener una mayor capacidad para reducir la masa ventricular izquierda. La carga de presión puede determinarse satisfactoriamente a través del uso del valor medio de las mediciones sobre la BP prediálisis realizadas durante un mes.
En algunos pacientes sometidos a hemodiálisis, el monitoreo de la presión arterial ambulatoria interdiálisis (ABPM) podría ayudar a determinar si el paciente es efectivamente hipertenso. Además, el ABPM proporciona información importante acerca del cambio en la BP entre el día y la noche. Recomendamos un monitoreo de la BP en el hogar de manera regular, ecocardiografías anuales y tratamiento de los factores de riesgo tradicionales para las enfermedades cardiovasculares.